Berenguer está de dulce: cinco minutos en el campo y gol de la victoria
El navarro marcó el gol de la victoria ante el Granada nada más saltar al terreno de juego. Antes, Villalibre abrió la lata y Rui Silva paró un penalti a Raúl García
Bilbao
El Athletic logró la victoria in extremis ante el Granada. En un partido donde parecía tenerlo todo en contra, apareció Álex Berenguer. El pichichi rojiblanco sumó un gol más. Y no un gol cualquiera. Fue el último cambio de Marcelino. Entró en el terreno de juego en el minuto 85 y en el 91 marcó el 2-1 definitivo.
Arranque prometedor
Con un once plagado de suplentes, Marcelino apostó por las rotaciones para afrontar la cita ante el Granada, que llegaba tan solo tres días después del enorme desgaste que le supuso lograr ante el Levante el pase a la final de la Copa.
Sin embargo, el plan, de inicio, funcionó. La jugada clave de la primera parte llegó nada más comenzar el partido. Al tercer minuto y por la banda izquierda, como casi todo en el ataque rojiblanco. El balón salió de Núñez para combinar con Morcillo, este hizo lo propio con Sancet y el navarro dio el pase definitivo a Villalibre. El delantero se giró de forma brillante, se acomodó el balón y disparó raso y cruzado para batir a Rui Silva.
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<p>El técnico rojiblanco consideró que el 2-1 "hizo justicia a lo que se vio en el campo"</p>
El Granada intentó dar la réplica al instante, pero su intento quedó en eso. Tuvo durante el primer cuarto de hora el partido bastante ritmo, aunque no ocasiones claras. Las del lado nazarí llegaron en el tramo final de la primera mitad, sobre todo a base de lanzamientos de córner y alguna jugada esporádica. Agradeció, por tanto, el conjunto rojiblanco el paso por vestuarios.
Lo bueno llegó al final
Tras el paso por vestuarios, el Athletic empezó a notar el paso de los minutos. Eran muchos los futbolistas escasos de rodaje y el Granada lo aprovechó. Tuvo más el balón que el conjunto rojiblanco. También gozó de mayor número de ocasiones.
El partido, sin embargo pudo decantarse a falta de veinte minutos. El colegiado señaló un penalti de Kenedy sobre Vencedor, pero Raúl García falló. Rui Silva detuvo el lanzamiento del navarro, algo que no ocurría en Liga desde hace dos años.
Poco después llegó el empate del Granada. Fue en una jugada por la banda derecha donde Capa dejó libre a su marcador, posibilitando el centro de Puertas que Molina remató de cabeza al fondo de la portería de Unai Simón.
Cuando el partido se encaminaba a otro empate a uno, llegó Berenguer. El navarro enganchó en la frontal del área un balón puesto por Morcillo y Rui Silva no pudo atraparlo. Gol de la victoria en un momento clave, a tres minutos para el pitido final. Un gol que permite a los bilbaínos sumar 33 puntos e igualar, precisamente, a los de Diego Martínez.