El placer de ser mujer, libremente

Cartagena

El activismo cumple más de dos siglos de historia, buscando la ecuación perfecta de una sociedad igualitaria, y el esfuerzo se ha resuelto con tantas fórmulas como individuos hay en el planeta.

Cada ser humano enfoca el feminismo desde su experiencia, estatus, educación y cultura. A esa visión se suma la preparación, el sentido común, y la ideología política. El debate por la igualdad tiene diferentes enfoques. Hace pocos años surgieron movimientos con miradas casi opuestas a la rigidez del feminismo radical: uno de ellos se denomina New Age, otros son grupos de mujeres jóvenes, alejadas, cada vez más, de ese concepto feminista.

Lo que comenzó como una lucha por la igualdad de oportunidades, ha caído en actitudes dogmáticas y excluyentes con discursos que demonizan y anulan al hombre. "Hembrismo" es un neologismo utilizado para referirnos al menosprecio hacia el varón. Es triste que agrupaciones importantes de mujeres hayan elegido esta opción que es la otra cara del machismo.

Dijo Rita Levi-Montalcini que las mujeres que han cambiado el mundo no han necesitado mostrar otra cosa que su inteligencia.

Amén de las diferencias físicas, hay características específicas en cada género, la intuición, la belleza, la ternura y la sensibilidad son femeninas, frente a la ambición, la competitividad, la decisión y la protección más propias del hombre. Sin embargo, he conocido a mujeres ambiciosas, protectoras y con propósito, y a hombres intuitivos y afectuosos en extremo. En suma, seres humanos, capaces de vivir cualquier rol.

Nadie tiene la autoridad moral para decirnos qué y cómo debemos ser. Qué está bien y qué está mal.

Hay un empeño extraño por forzar a la mujer a que asuma posturas masculinas, cuando debemos elegir libremente nuestro modelo de vida seamos monjas, madres, trabajadoras, casadas o solteras, o todo a la vez, sin miedo a ser juzgadas.

El placer de ser mujer se encuentra en todas las edades de la vida. La aventura de ser mujer, afortunadamente, ha pasado de intentar ganar el cielo en la otra vida a buscarlo aquí en la tierra.

SER MUJER NO ES PARECERLO, ES SERLO LIBREMENTE

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