Los caminos de Santiago en stand by por la pandemia

Irun

A falta de peregrinos, cuya llegada estaría en un punto álgido ante la cercanía de la Semana Santa si no fuera por la pandemia…, el albergue de la calle Lesaka está siendo utilizado para dar cobijo a las personas migrantes que llegan a Irun. Es una utilización temporal para que nadie se quede en la calle ante la posibilidad de que sigan llegando en gran número en los próximos días o semanas. “Nosotros no tenemos que ser hospitaleros solo de los peregrinos, sino que tenemos que ser hospitaleros cuando alguien lo necesita. Veíamos que había un problema humanitario en Irun y hablamos con el Ayuntamiento y llegamos a un acuerdo rápidamente, en que el albergue se convirtiera en un albergue de migrantes”, ha afirmado Josin Galzacorta, presidente de la Asociación Jacobea Irun-Bidasoa “Jacobi”.

Los caminos de Santiago, ahora mismo, están vacíos de peregrinos ante la imposibilidad de moverse libremente por la península. Las consecuencias económicas están siendo importantes también para las personas que viven de ese paso de gente, con albergues cerrados y hostales, pensiones, restaurantes o tiendas de recuerdos sin prácticamente ingresos. Aun así, algún que otro peregrino ha llegado hasta Compostela.

Santiago Reyes, exconcejal del PP en Irun, que vive desde hace 6 años en Santiago de Compostela y que trabaja en la Oficina de Acogida del Peregrino, apunta que “el año 2019 fue al año récord, en cuanto a número de peregrinos en el camino fueron 347.579 peregrinos, más que ningún otro año”. En 2020, como consecuencia de la pandemia, tan solo se produjo esa llegada durante los meses de verano, llegando hasta las 54.000 personas que consiguieron realizar el camino.

La labor de Santi, en ese destino ansiado por los peregrinos, consiste en poner el sello final en las credenciales de las personas que concluyen el camino y expedir la famosa Compostela, pero no es solo eso. “Sobre todo se trata de darles una acogida de calidad y que sientan que esa experiencia que ellos han vivió en el camino pues que culmina de una forma alegre, de una forma que son bienvenidos”, apunta.

Josin Galzakorta, por su parte reconoce que “no tienen muchas esperanzas de poder abrir el albergue, pero están preparados para que cuando se pueda abrir, hacerlo al día siguiente”. Los dos tienen puesta la mirada en los próximos meses y en el año 2022 para poder recuperar los caminos de Santiago y seguir acogiendo y ayudando a peregrinos y peregrinas de todo el mundo.