Raúl Almenara: "La arquitectura es sensorial porque tiene que emocionar"

Córdoba

A sus 30 años, Raúl Almenara está considerado uno de los diez arquitectos menores de 35 años más influyentes de España. Y aunque algunos medios se empeñan en decir que es sevillano, Almenara aclara que nació en el Hospital Reina Sofía y que, aunque vivió en Sevilla hasta los 18 años, todos los veranos de su infancia los pasó con su familia en Palma del Río, así que "soy muy cordobés", sentencia.

Su propuesta de una arquitectura rompedora, marcada por el movimiento de sus diseños, le ha permitido hacerse un hueco en el mundo de la arquitectura en muy poco tiempo. Hace tan solo cuatro años que abrió su propio estudio en Madrid, y ya sueña abrir otro en Palma del Río.

Una de sus obras más conocidas es la vivienda diseñada para Antonio Najarro, exdirector del Ballet Nacional de España, que inspirada en la danza, está diseñada en forma de espiral. "En muy obra hay mucho movimiento y muchas curvas porque es más orgánico y fluido. En la naturaleza no hay líneas rectas", explica.

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Almenara está considerado un defensor de la denominada "arquitectura sensorial", en la que une su formación como arquitecto con su licenciatura en Bellas Artes. "La arquitectura es un arte sostenida por una técnica", asegura.

En una entrevista en el programa Hoy por Hoy Córdoba, Raúl Almenara defiende, con orgullo, la influencia que los patios de Córdoba tienen en su obra, "con esa relación de luz que se establece entre el exterior y el interior de estas viviendas, en las que, como en mi obra, también está muy presente la naturaleza, con las plantas o el agua".

Pero si hay un edificio que ha inspirado a este joven arquitecto es la Mezquita Catedral, a la que se refiere como "un claro ejemplo de arquitectura sensorial, porque visitarla emocina mucho" y a la que dedicó su tesis doctoral en la que destaca que se trata "de un magnífico ejemplo de arquitectura sostenible", porque, en su mayor parte "está levantada con materiales reciclados". Un edificio en el que Almenará nos ha confesado que pasó muchas horas de su juventud "soñando con ser arquitecto".