Pongamos que hablo de Madrid

Valencia

Es cierto, Madrid lo ocupa todo, y la verdad, siento cierta envidia. Envidio sus infraestructuras, su transporte público, su oferta educativa, cultural y de ocio, su capacidad de atracción de inversiones...

Quizá sea porque es la ciudad más poblada del país, quizá por el efecto de la capitalidad, el caso es que parece que Madrid siempre parte con ventaja respecto a otros territorios. De ahí la necesidad de que se acabe ya con la España desigual, la España en la que no todas las personas tienen las mismas oportunidades.

Por cierto, de Madrid no envidio el tráfico, no envidio la contaminación, no envidio el clima, ni el meteorológico ni el político. Prefiero València, donde el clima es más suave, más llevadero. Hablo del meteorológico y del político. Aquí, a pesar de la polarización nacional, vemos todavía debates serenos, incluso entendimientos.

Ojalá que de la capital del país vengan turistas e inversiones, y no las formas de la política madrileña.