Canarias, expectante ante la evolución de la crisis migratoria en Ceuta
El presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, reclama un acuerdo urgente entre España y Marruecos
Expertos en derecho y atención a personas migrantes esperan un acuerdo urgente
Reclaman inversión en desarrollo de los países de origen
Santa Cruz de Tenerife
El Archipiélago de Canarias observa con atención los movimientos migratorios en la frontera de Ceuta con Marruecos. La permisividad de las autoridades de ese para que cientos de personas migrantes traspasen con facilidad la frontera hacia territorio español ha abierto una gran brecha entre las relaciones bilaterales de ambos países.
La estrategia adoptada por el país africano se repite de nuevo. "Esto debe hacer abrir los ojos a los representantes políticos de una vez. Las relaciones con los vecinos deben ser de cordialidad", subraya Carmelo Faleh, profesor de derecho internacional público de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. "No pueden ser relaciones de extorsión, que es lo que practica Marruecos repetidamente", añade.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, afirmó en una entrevista a la Agencia EFE que las relaciones con el país que se encuentra a cien kilómetros de distancia con Canarias "se tienen que normalizar de manera urgente". Y no es para menos.
La sensación de que la apertura repentina de las fronteras hacia el Mediterráneo puede trasladarse hacia el Atlántico ronda en la cabeza de Faleh. Aunque la navegación de varios días en cayucos y pateras dificultaría imágenes tan impactantes como las de Ceuta, "no es óbice para pensar que podríamos asistir a la llegada, de nuevo, de un importante número de migrantes" hasta Canarias durante los próximos meses.
La importancia de la respuesta política a la situación fronteriza se ha revelado en el traslado inmiediato del presidente del Gobierno hasta la ciudad autonómica. Pedro Sánchez no lo asume sólo. También ha reclamado la implicación directa de Bruselas y la Casa Real. "España debe dar un zapatazo en la mesa de forma contundente con los socios de la Unión para que la respuesta sea coordinada dentro de los países comunitarios", opina este profesor de Derecho Internacional.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha sido muy crítica con la actitud de Marruecos. "Cómo puede Marruecos jugar así con la vida de las personas", se preguntaba la organización humanitaria a través de su cuenta de Twitter.
La organización en Canarias considera que se trata de un ejemplo, de nuevo, de la "instrumentalización de las personas" por parte de Marruecos. "Un enfoque más transversal evitaría el chantaje estatal de ese país y permitiría desarrollar estrategias que favorezcan la migración legal, segura y respetuosa con las personas", subraya el presidente de la organización en las islas, Juan Carlos Lorenzo. "Se deben diferencias los procesos en Canarias y Ceuta. Nos preocupa esta situación porque se sigue aplicando el acuerdo bilateral entre ambos países con las devoluciones en caliente".
Más información
En el planteamiento coincide Daniel Arencibia, abogado especializado en la defensa de las personas migrantes. Desde su punto de vista, es necesario aplicar varias premisas "mirando a largo plazo y a las causas" para solucionar los reiterados éxodos entre África y Canarias: "los ciudadanos que viven en África deben percibir que, a largo plazo, el continente debe ser un sitio mejor y no peor; y eso no se arregla dando dinero a las élites" sino dejando de esquilmar los recursos pesqueros y dejando de vender armamento en zonas de conflicto.
Sin embargo, las dificultades que entrañan un cambio de rumbo de estas dimensiones no pueden disociarse de un cambio de concepción de Europa hacia África. "No podemos seguir fiándonos a un sistema que consiste en darle dinero a unas élites semidemocráticas. O nos centramos en las necesidades de las personas desfavorecidas o no vamos a encontrar una solución a medio y largo plazo. Se hará el control migratorio a cambio de dinero mientras le interese a los países; cuando no, da como resultado la situación que tenemos hoy", lamenta este abogado experto en asuntos migratorios.
La renta per cápita marroquí es de 3.204 dólares frente a los 29.600 de España. "Esta es una de las fronteras más desiguales en el mundo", indica Arencibia. "Es obvio que habrá quien quiera ir a lugares con mejor renta". Desde el punto de vista de este abogado sólo existe la posibilidad de hacerlo "de forma ordenada o desordenada".
"Si yo soy una persona que vivo en Senegal o Marruecos y sé que si después de sacarme una ingeniería y aprender francés y español podré entrar en España en cinco años, me gastaría el dinero en formarme en lugar de darle el dinero a una mafia", subraya Arencibia. "Esa política requiere un trabajo en destino", sentencia.