La matriarca de La Fontanilla
A sus 88 años, doña Fernanda sigue al pie del cañón, supervisándolo todo en uno de los emporios gastronómicos de la provincia de Cádiz
Jerez de la Frontera
Al principio era un huerto. Luego vino el humilde chozo de papel sin luz ni agua, pero que abrían los fines de semana para dar comidas. El lugar era de difícil acceso. Sólo se podía llegar en burro, porque literalmente no había camino que recorrer. Ese paisaje virgen y agreste lo conoció doña Fernanda Rubio siendo una niña. Hoy, a sus muy bien llevados 88 años, sigue cuidando con mimo y contemplando con orgullo su obra, que también es la de su marido, su hermana y su cuñado.
A La Fontanilla se accede ahora a través de una amplia avenida que desemboca a una de las extraordinarias playas de Conil. Allí los bañistas tienen a su disposición todos los servicios habidos y por haber, además de un amplio parking vigilado, chiringuitos y todo tipo de comercios.
La Fontanilla no es ni por asomo el sombrajo con cuatro palos de sus orígenes. Ahora es un señor restaurante con capacidad para atender en un sólo servicio a 300 personas que comparte pared con pared con Francisco Fontanilla, que fue la división que hicieron los primos hace unos años y que también hace honor a la bien ganada fama del lugar.
Cada mañana, doña Fernanda baja de la planta de arriba del restaurante, donde vive, a desayunar. Anda algo delicada de las piernas que ella achaca a la vacuna de la Covid, pero de memoria anda sobradísima, casi tanto como de ingenio y estontaneidad. Nos recibe en la salita de la planta baja donde pasa las tardes viendo los programas de Juan y Medio en una gran pantalla de plasma. De las paredes cuelgan fotos que son testigos de la evolución del entorno de La Fontanilla, irreconocible hace varias décadas, y en un mueble se agolpan recuerdos en forma de marcos con fotos de sus seres queridos: su marido, sus hijos, sus nietos...
Con la matriarca del clan hablamos de los duros comienzos, del mucho trabajo acumulado durante años, de la pasión de la familia por el negocio, de la estrecha relación con los clientes, de sus guisos... y de la falsa alarma de maremoto del año 83 a la que ni ella ni su marido ni su cuñado hicieron caso, porque no estaban dispuestos a dejar a su suerte el sueño de sus vidas. Ella sigue en lo mismo.
Este jueves ha pasado por los micrófonos de Abocallena, el espacio gastronómico de la Cadena SER en la provincia de Cádiz.
Entrevista con Fernanda Rubio, matriarca de La Fontanilla, y su hijo Pedro Pérez
08:22
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1623927831_076110/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>