Calvià se prepara para recibir al turista británico

Palma

Palmanova ha despertado hoy con la noticia de que el gobierno de su principal mercado da luz verde para visitar las islas sin tener que pasar una cuarentena a su regreso. Empresarios y también residentes lo celebran y se enfrentan a los próximos días y meses con la esperanza de "recuperar algo de todo lo perdido".

La zona nos muestra todavía hoy una tranquilidad insólita, el residente ha dejado de ser invisible para ocupar playas y cafeterías. En las mesas de los bares no hay cerveza ni bebidas frías, hay café con leche y prensa en español. El residente ocupa el lugar del turista pero todos, empresarios y vecinos de la zona, saben que no es suficiente y "esperan que a partir del 30 de junio la llegada de británicos sea masiva pero controlada". 

Para los empresarios de la zona el control de aglomeraciones en calles y playa es "imprescindible" porque ya "no pueden  asumir un nuevo cierre". Esperan al turista británico para tratar de salvar lo que queda de la temporada pero con la lección aprendida,  esta pandemia les ha demostrado que "no es sostenible la dependencia absoluta que tiene la zona con un único mercado turístico". 

La pandemia nos deja la imagen de kilómetros de arenales desiertos en pleno verano, establecimientos con clientela local, noches tranquilas y sin ruido pero el residente no teme a  los contagios ni a la perdida de la tranquilidad, su principal temor es ver asistir a la desaparición del tejido empresarial de la zona y a la pérdida de puestos de trabajo.