La primera de feria, una auténtica fiesta
Respuesta de la afición a un festejo con cartel de campanillas y en el que se cortaron siete trofeos con un excepcional encierro del campo bravo salmantino
Ovaciones en el arrastre e incluso una vuelta al ruedo al segundo de Roca Rey ponen de manifiesto que el toro bravo sigue siendo el rey de la Fiesta
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Zamora
A una hora tan poco tan taurina como las 20,30 horas y sobre los compases del pasodoble “Puerta Grande” interpretado por la Banda de Música Maestro Nacor Blanco daba comienzo la primera de abono de la Feria Taurina de San Pedro 2021.
Volvían alamares y caireles a la Plaza de Toros de Zamora un año después de que José María Manzanares y Julián López “El Juli” abrieran por última vez la Puerta Grande del coso zamorano. Esta vez el paseíllo lo hacían Daniel Luque, Andrés Roca Rey y cerrando el cartel "el deseado" Pablo Aguado para lidiar un encierro con toros del Puerto de San Lorenzo y Ventana del Puerto.
<p></p> <p><strong>Daniel Luque</strong>: Oreja y dos orejas. Con ovación para el segundo de su lote en el arrastre</p> <p><strong>Andrés Roca Rey</strong>: Dos orejas y Dos orejas con petición de rabo. Vuelta al ruedo para el segundo de su lote</p> <p><strong>Pablo Aguado</strong>: Silencio y Silencio. El primero del lote muy protestado tras romperse un pitón antes del tercio de varas.</p>
Abría plaza Daniel Luque con “Dudosito”, cinqueño, negro y con menos de 500 kilos de peso y que tomó con ganas el capote del de Gerena, que lanceando a la verónica consiguió arrancar los primeros olés y la fama de abantos que tienen los toros del encaste Atanasio-Lisardo. Algunos presintieron lo peor, tras salir el toro desnortado del caballo y tomar solamente un puyazo e incluso que el animal llegase a perder las manos, pero nada de eso ocurrió: una vez Luque tomó la franela y tras sacar al toro a los medios consiguió ligar unos bellísimos muletazos echando la mano derecha abajo ayudado, y de qué manera, por la embestida larga y humillada del toro. Toreo con maestría y trazo fino propio del que además de calidad, tiene oficio y experiencia. Remataría la faena con unos bellos y muy toreros pases sin ayudarse de la espada. Media estocada bien colocada que serviría para cortar la primera oreja de la tarde.
Buen saludo capotero al cuarto de la tarde, de nombre Celadorillo y de La Ventana del Puerto, que quisó esquivar la suerte de varas y que apenas recibió castigo. Sin embargo, en el último tercio fue excecionalmente conducido por Daniel Luque que se adornó toreando largo y con la izquierda en una tanda de naturales que remató con una ayudado por bajo mirando al público del tendido que aplaudió para premiar la entrega y el buen hacer del matador andaluz. Estoconazo hasta la bola, dos orejas y ovación para el toro en el arrastre.
Pegado a las tablas y con el compás abierto recibió a un trotón “Caracorta” Roca Rey que consiguió, a pesar de que todo parecía indicar lo contrario, adornarse en el toreo de capa. El segundo de la corrida tampoco se esforzó en el caballo y guardaría su clase para la faena de la muleta. Comenzó Roca Rey con una tanda de estatuarios que arrancaron los aplausos del público –al que el limeño le había brindado la faena. Dos bonitas tandas de muletazos con la derecha y una de naturales sirvieron para desorejar al cuatreño del Puerto de San Lorenzo que escuchó aplausos en el arrastre.
Lanceando a la verónica le dio la bienvenida Roca Rey a “Pardillo” que tampoco se empleó en el tercio de varas pero que permitió al peruano arrancar en gradas y tendidos gritos de ¡torero, torero! Y es que con la tela roja construyó una faena de las que los aficionados disfrutan: con temple y pasándose al toro por cerca. Destacar las tandas con la derecha con la mano abajo y rematadas con sendos pases de pecho y una con la izquierda que-sin exagerar-hizó que retumbarán los olés. Estocada hasta la bola. Dos orejas, petición de rabo y vuelta al ruedo para el cuatreño de la Ventana del Puerto al que se le concedió la vuelta al ruedo.
Pablo Aguado, al igual que Daniel Luque, hizo el paseíllo desmonterado al ser como aquella película que protagonizó Palomo Linares “nuevo en esta plaza”. El diestro sevillano-uno de los más esperados por la afición-poco pudo hacer con “Farderito” que antes del tercio de varas tras un cabezazo contra uno de los burladeros se rompió el pitón derecho. A partir de entonces, pitos por parte del público que pedía que se devolviese al toro a los corrales, e inseguridad en Aguado que realizó una faena de aliño en la que recibió las comprensivas palmas del público.
Con el segundo de su lote, y último de la corrida, Aguado quiso desquitarse de lo ocurrido con Farderito y lo intenté en el primer tercio con un vistoso toreo de capa, con dos medias verónicas de las que quedan en la retina. “Ligantesco” apretó en el caballo y permitió lucirse a los subalternos en el tercio de banderillas, uno de ellos el extorero Iván García colocó un certero segundo par por el que tuvo que saludar montera en mano. Intentaría Aguado demostrar su torería con un hermoso ramillete de naturales cerca de los medios y un estético desplante de rodillas ante el astado en plena noche zamorana. Tres pinchazos y un aviso dejaron en silencio y "comprensión" a Pablo Aguado que a pesar de los pesares y de lo negro de la tarde fue aplaudido a su salida por la puerta de cuadrillas.
A hombros saldrían Luque, y Roca Rey que hicieron disfrutar a los aficionados de Zamora que disfrutaron de la tarde-noche de toros, la primera corrida post-covid en el coso zamorano, y sobre todo, y es de destacar, excepcional el ganado del campo bravo charro que se lidió este sábado en la plaza de toros de Zamora, cuando hay toro como ocurrió en esta corrida y los toreros tienen oficio el éxito está asegurado.
