INESCOP Elda busca el zapato de tacón más cómodo
El proyecto "Taconshoe", pionero en el mundo, estudia cómo debe ser la curvatura o el quiebre de un tacón para que el zapato sea confortable a diferentes alturas
Elda
Lograr que unos tacones de vértigo puedan ser confortables gracias a la aplicación de investigaciones biomecánicas, neurociencia o técnicas de infrarrojos es el objetivo de un proyecto de investigación pionero en el mundo que desarrolla el Centro Tecnológico del Calzado (Inescop) y que pretende aunar estética y comodidad.
Francisca Arán, coordinadora de I+D+i de Inescop, ha explicado en La Ventana del Vinalopó el proyecto “Taconshoe”, pionero en el mundo, que estudia cómo debe ser la curvatura o el quiebre de un tacón para que el zapato sea confortable a diferentes alturas, algo en lo que intervienen factores como la deformación del pie cuando se sube a un zapato de tacón, la distribución de presiones sobre la zona del metatarso y los dedos o la alteración en la forma de caminar que produce este tipo de calzado.
Francisca Arán, coordinadora de I+D+I en INESCOP Elda, sobre el programa Taconshoe
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Para ello, se ha desarrollado una tecnología específica, un simulador de quiebres o curvaturas del pie que permite colocarlo a diferentes alturas entre 0 y 9 centímetros, con el fin de encontrar la posición que genere mayor confort, tras lo que se digitaliza el pie en 3D a la altura escogida y los parámetros de confort identificados.
Esa información se completa con un análisis de rayos X para ver la disposición de la estructura ósea del pie colocados sobre el tacón, un análisis biomecánico con sensores para estudiar cómo cambia la forma de caminar en altura, el uso de termografía de infrarrojos para medir la temperatura del pie en el interior del calzado o incluso la aplicación de la neurociencia.
Destacan que la neurociencia es muy útil para extraer información del usuario respecto a su percepción del confort. De hecho, esta tecnología ha permitido comprobar que conocer la marca del zapato determina si lo consideramos más o menos cómodo.
De momento, en Inescop siguen escaneando y digitalizando pies y tacones hasta conseguir el objetivo final, “un modelo de deformación del pie en altura que sea digital y se base en la inteligencia artificial y el big data”, una tecnología con la que “no haría falta probarse un zapato para saber si es cómodo”.
DEL VIDEOJUEGO A LA ZAPATERÍA
Del mismo modo, otro proyecto del centro tecnológico, el “Sivitremar” es pionero en la utilización de Phisically Based Rendering (PBR) una tecnología que proviene del mundo de los videojuegos y que permite dotar a cualquier imagen virtual de un “realismo sorprendente, dinámico y en tiempo real”.
Esta tecnología, que nunca antes se había empleado en la industria del calzado, evita que la empresa tenga que fabricar muestras físicas de sus productos, con el consiguiente ahorro económico en términos de energía, materiales y coste mediomabiental, mediante el desarrollo de un visualizador en tiempo real de modelos virtuales de calzado, al tiempo que puede utilizarse además en la fase de comercialización de forma que el cliente pueda personalizar sus zapatos.
Con financiación del Ivace y los fondos FEDER, estos dos proyectos sitúan al Instituto valenciano como “pionero” en el uso de una “tecnología revolucionaria”, como afirma Arán, que destaca la importancia de apostar por la innovación para que la industria del calzado pueda dar nuevos pasos en su búsqueda del zapato perfecto, que no es otro que aquel que satisfaga en cada caso las necesidades del usuario.