Las dificultades de rastrear los contactos por positivos de gente joven

Palma

La quinta ola de contagios de coronavirus está marcada por un factor: muchos de estos positivos son gente joven. Esto, a la hora de rastrear los contactos, está suponiendo un problema. Muchos de los positivos no saben con exactitud con quién han estado, o no se atreven a decir si estuvieron, por ejemplo, en un botellón multitudinario. 

Cada mañana, Adela Silvestre, tiene una lista de nuevos positivos a los que llamar para empezar el proceso de rastreo. Ella es una de las enfermeras rastreadoras de la Central de Coordinación del Covid.

Adela les pregunta si tienen síntomas, cuando empezaron a tenerlos, y qué tienen a día de hoy. Después, quienes han sido sus contactos sociales y en qué lugares han estado. De cada contacto, apuntan el nombre y el número de teléfono. De ahí, otro rastreador se encargará de llamar a los contactos estrechos.

Lo más difícil en esta ola, cuenta Adela, es que muchas veces los jóvenes no saben ni siquiera los nombres de con quién estuvieron

Adela hace, más o menos, 20 llamadas al día. Ella es una de los 200 rastreadores que trabajan para cubrir, en turnos rotativos, de lunes a domingo 12 horas cada día. Algo que también le llama la atención en comparación con olas anteriores es que hace ya semanas que ninguno de los positivos a los que llama están ingresados. Ahora, la mayoría son jóvenes con síntomas leves.

El problema se plantea cuando no dan los contactos. Ahí, el rastreo falla y hay más posibilidades de que suban los contagios. Cuenta que el número de rastreadores que hay ahora no es mayor al que había en las primeras olas de la pandemia.