Revilla cree que cerrar hostelería sería "palo enorme" y duda de su eficacia

Cantabria

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha subrayado este martes que el cierre del interior de la hostelería sería "un palo enorme" para el sector, y ha manifestado sus dudas acerca de la medida, ya que "no" cree que "cambie mucho el rumbo de las cosas".

"Estamos en una situación complicada, pero en la dinámica de todos", ha incidido Revilla a preguntas de los periodistas acerca del posible cierre de la hostelería en varios municipios, si así lo determina hoy el semáforo covid.

Revilla, que se ha expresado así en Noja tras inaugurar unas jornadas por el quinto aniversario de la circunnavegación, ha reconocido que no le gustaría que Cantabria fuera "de las más vanguardistas en medidas que afectan de una manera muy grave" a este sector "muy básico de la economía", sobre todo en la época veraniega.

El presidente cántabro ha destacado que el cierre del interior de la hostelería sería "un palo enorme a la evolución, no extraordinaria, pero sí relativamente buena" del sector.

A su juicio, "nadie podía prever una quinta ola tan virulenta como esta". "El año pasado salvamos el verano porque no hubo covid en julio ni en más de la mitad de agosto", ha indicado.

Revilla ha llamado a la población a cuidarse y ha reclamado más vacunas, después de que hayan bajado también las entregas de dosis de Pfizer, lo que impide, en su opinión, alcanzar "la gran esperanza" de tener al 80 por ciento de la población vacunada a finales de agosto.

"Sanidad es la que decide. Yo no creo que la medida cambie mucho el rumbo de las cosas. Tenemos que tener muchísimo cuidado, pero cerrar los interiores es un palo para el sector hostelero", ha insistido.

Sin embargo, Revilla ha reiterado que "el presidente de Cantabria no mete la cuchara en los temas sanitarios porque así está reglamentado".

QUITAR LA MASCARILLA OBLIGATORIA "FUE UN ERROR"

"Voy a decir una cosa que no la había dicho hasta ahora. A nivel personal, creo que fue un error que hace un mes aproximadamente dijesen que quedaban liberadas las personas de llevar mascarilla en exteriores", ha afirmado.

Revilla cree que la medida no ha afectado tanto a la incidencia, pero sí ha tenido un "efecto psicológico" en la población, que interpretó como que ya se estaba "libre de covid".

"Y todos sabíamos que esta cepa delta era tremenda", ha opinado antes de señalar que expertos sanitarios ya le habían trasladado que esta variante "venía muy fuerte".

El jefe del Ejecutivo cántabro ha afirmado que esta ola es "más agresiva" en contagios que la primera, y ha llamado a reflexionar qué hubiera pasado si el 50 por ciento de la población no estuviera vacunada.

Para Revilla, hubiera sido "terrible y estarían colapsados los hospitales y los consultorios".

Por ello, ha llamado a seguir cuidándose a la gente que no lo hace, que cree que es una minoría, "pero basta con que algunos no lo hagan para que el contagio se produzca", al tiempo que ha reclamado más vacunas.

"Hay que aguantar un mes y medio hasta que estemos vacunados y llegar al convencimiento de que estamos en una ola de muchísimo contagio", ha considerado Revilla, quien ha enfatizado que "siempre" ha sido partidario de conciliar las precauciones sanitarias con no parar la economía.

Por último, ha defendido que Cantabria es "segura" y que si un turista quiere "no se contagia".

"Lo que no podemos hacer son aglomeraciones como las que estoy viendo, donde sobre todo la gente joven se está contagiando a una velocidad de vértigo", ha apostillado.