Craviotto se centra en el K4 500, su verdadero objetivo, tras ser octavo en K1 200
El piragüista afincado en Gijón recuerda que no había preparado la prueba individual y se muestra "contento" por haberse metido en la final
Tokio
El palista español Saúl Craviotto, que quedó séptimo hoy en la final de la categoría K1 200 metros de piragüismo en los Juegos Olímpicos de Tokio, se mostró contento tras la carrera y afirmó que ya está pensando en la prueba del K4 500 de mañana.
"Llevo varios días diciendo que mi objetivo era el K4, que aquí venía a intenta optar a meterme a la final", dijo el deportista catalán tras la regata, de la que salió "muy contento y ya pensando en mañana", donde buscará meterse en semifinales en el K4 junto a sus compañeros Marcus Cooper Walz, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo.
Arévalo, que se metió también en la final del K1 200 junto a Craviotto, terminó en quinta posición y a 0.189 segundos del bronce, que se colgó el británico Liam Heath, quien conquistó el oro en Río 2016 en esta categoría y la plata en el K2 200m.
El oro de este jueves fue para el húngaro Sándor Tótka y la plata para el italiano Manfredi Rizza.
"Es verdad que en caliente un poco de rabia sí que me da. Al final siempre sueñas con que puede salir la carrera de tu vida", señaló Craviotto, afincado en Gijón, que reiteró que en estos Juegos, sus cuartos, "la prioridad siempre ha sido el K4".
Esta final le ha servido al piragüista "para quitar el gusanillo éste, el nerviosismo de la competición" y cargar pilas para el K4.
"Yo estoy muy contento. Han sido mejores que yo, lo asumo, lo acepto", dijo el deportista, que congratuló a los medallistas.
Craviotto explicó que entre sus competidores "había gente con una marcha más, en la salida sobre todo lo he notado bastante", un momento que afirma que siempre ha sido su punto débil.
El palista llegó a Tokio sin preparar "la explosividad, la chispa" que hay que preparar para este tipo de competiciones tan rápidas, todavía con la marcha del 500m.
"Ya incluso cuando preparaba el K1 200 para arriba ya mi punto débil era la salida, pues imagínate ahora que tampoco lo hemos preparado bien", afirmó.
El deportista destacó también la calidad de sus rivales. "Hemos venido evidentemente a buscar medallas y a ver si cae. No las regalan, ya se está viendo que hay gente nueva, gente que no se contaba con ellos y va a ser la cosa complicada", declaró.
"He conseguido ganar a uno (el letón Roberts Akmens), así que contento y ya está. Borrón y cuenta nueva y a pensar en mañana", añadió.
La participación de Craviotto había generado gran expectación porque una nueva medalla olímpica, la que sería su quinta, lo situaría a la par del piragüista David Cal, el deportista español con más preseas de este tipo, y superaría a la nadadora Mireia Belmonte, que también tiene cuatro, algo a lo que restó importancia.
"Nunca he pensado en superar a nadie, a Mireia, a David... Yo siempre he pensado en lo mío", dijo al respecto.