'La memoria democrática tiene que defender los valores de la Constitución'

Madrid

Desde hace más de 70 años cuatro sillares, es decir unos adornos en piedra labrada, que reproducen el escudo franquista lucen en los costados de dos de las torres del Ministerio de Asuntos Exteriores. Exactamente se los puede ver en las esquinas de la calle Concepción Jerónima con la Calle de Santo Tomás y del Salvador. Hace apenas unas semanas, con la llegada del nuevo titular José Manuel Albares al Palacio de Santa Cruz, se han ocultado los escudos antidemocráticos con unas lonas blancas. Cuentan desde la sede, que de este modo se cumple con la Ley de Memoria Histórica mientras se decide cómo se retiraran. 

La ley de Memoria histórica cuenta con 14 años de existencia, Franco ya no está en el Valle de los Caídos, y sobre todo, la Guerra Civil es casi una leyenda para los más jóvenes. Sin embargo, hablar sobre todo ello sigue levantando ampollas de un lado y de otro. La dictadura y la consiguiente transición no propiciaron una reflexión serena sobre los acontecimientos y todo ello no está estallando en la cara a las generaciones posteriores. 

De todo ello hemos reflexionado con Arturo Peinado, Presidente de la Federación de Foros por la Memoria y con Alfredo González Ruibal, arqueólogo y autor de 'Volver a la trincheras'.