El UCAM Murcia CF se gusta para remontar en Linarejos

Murcia

El UCAM Murcia CF comenzó su duelo ante el Linares con un sistema muy ofensivo desde el minuto uno. Salmerón salió con Biel en meta, defensa para Admonio y Josete, flanco derecho Farrando e izquierda Chacartegui. Formaron en el centro del campo Armando y Caballero con Xemi de centrocampista ofensivo y tres hombres arriba con Alberto Fernández en la derecha, Liberto izquierda y Manu Garrido en punta. Fruto de esa ofensiva llegó la primera gran ocasión a los dos minutos de juego. Liberto corrió por la banda para asistir a Garrido, pero el ariete la acabó echando fuera.

La respuesta fue inmediata para los de Sandroni. Con la afición del Linarejos apretando, Carnicer se echó a su equipo a las espaldas para meter un balón raso al área que acabó llegando en segunda instancia para Etxaniz. El delantero azulillo no perdonó bajó la portería universitaria.

Tras ello, UCAM no cesó su ataque ni bajó los brazos y la muestra más clara fue el paso que dio al frente. Liberto volvió a meterse por su costado para asistir a Garrido, que esta vez si anotó, aunque el árbitro anuló la diana por fuera de juego. La sensación era que, en ese minuto 19, los de Murcia podían empatar con rapidez.

No hubo más ocasiones claras de peligro hasta encarar el túnel de vestuarios. Los universitarios hicieron una correcta primera mitad con un Caballero que fue dueño y señor de la medular. El Linares, por su parte, supo aguantar las acometidas de los de Salmerón.

En la segunda parte, el técnico almeriense hizo cambios agitando el banquillo. Jugador por jugador con la entrada de Viti y la salida de Chacartegui. Salieron también al verde Abenza y Charlie Dean por Xemi y Adomnio. La tónica fue idéntica, no hubo movimiento de la pizarra aunque el UCAM siguió empujando hasta que los cambios surtieron efecto. Fue de nuevo Liberto siendo un puñal por su flanco izquierdo, que asistió a Abenza, que cruzó la pelota con la zurda y metió la bola en la red a los cinco minutos de la reanudación.

Cerca del veinte de la segunda mitad, el encuentro se volvió loco con posesiones muy repartidas hasta que el cuero cayó de nuevo a los pies de Manu Garrido con el consiguiente paradón de Nauzet. Conforme el partido iba muriendo y el UCAM dominaba, entró Moyita al césped para añadir más mordida en el trazado del juego universitario y no tardó en ser protagonista. Fue al filo del 80, donde el recién ingresado en el césped Nuha provocó un penalti que el propio Moyita anotó sin despeinarse.

Así se llegó al pitido final, con tres puntos vitales y dos victorias consecutivas tras las buenas sensaciones mostradas ante el Real Madrid Castilla. A los de Murcia les costó definir con criterio en la primera parte, pero siempre fue dueño del centro del campo hasta que certificó su triunfo con unos buenos segundos 45 minutos.