Las residencias preparan su adaptación al nuevo escenario
La institución foral enviará a los centros una circular con las nuevas directrices
Bilbao
Desde que irrumpió la pandemia, las residencias han sido uno de los lugares más blindados. La vulnerabilidad de los ancianos ha hecho que cada paso se haya dado con extrema cautela. Tras el encierro, se autorizaron los paseos terapeúticos, luego las salidas de los usuarios y las visitas de los familiares han estado limitadas. Ahora mismo el protocolo de Salud, con fecha del 23 de agosto, fija un "mínimo" de cinco visitas o salidas a la semana, siempre con cita previa.
El fin de la emergencia sanitaria llega con la mayoría de los residentes vacunados con la tercera dosis. El departamento de Acción Social, a través del negociado de Inspección y Control, tiene previsto remitir en las próximas horas una circular a los geriátricos para despejar las incógnitas que pueda surgir en ante el nuevo escenario que se abre en Euskadi.
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En ese texto se aconseja que trabajadores y visitantes sigan utilizando las mascarillas, también los residentes, también salvo contraindicación médica sobre todo cuando estén en contacto con sus familiares. En la medida de lo posible, y de cara a controlar posibles contagios y brotes, se pide mantener la sectorización de los centros y la distancia de dos metros entre los residentes.
La institución foral recomienda a los gerentes de estos centros sociosanitarios ser especialmente cautos con las aglomeraciones que se puedan producir en los accesos y en el interior, una vez decaigan las restricciones a la entrada de personas ajenas al centro. Se les pide "establecer un sistema para regular y controlar los accesos y aforos en el interior".