De cuando prometían que las fusiones de cajas no iban a implicar despidos

Valladolid

Hace 10 años, Caja España-Duero se fusionaba con Unicaja y se prometía entonces, por parte de los altos directivos, que era un proyecto para sumar, no para cerrar oficinas, ni despedir trabajadores. Es más, se iba a luchar para eliminar la exclusión financiera. Así lo explicaba el director de Caja España, José María de la Vega. Año 2011. "Una de las fortalezas que tenemos es la cultura propia de las cajas que le trasladaremos al nuevo banco: el trato cercano, pegado al territorio y luchar contra la exclusión financiera".

Un año después, 2012, cerrada la fusión, Evaristo del Canto, entonces presidente de Caja España-Duero, repetía la misma idea, "es un proyecto vitalista, ganador y muy potente".

Un proyecto tan potente que desde entonces no ha parado de cerrar oficinas y de despedir a trabajadores. El último ERE: anunciado en las últimas horas supone 1.500 despidos más, de una plantilla de 9.000 trabajadores, de los que aún se desconoce cuántos de estos despidos afectarán a Castilla y León, como explica Rubén Miguel, de UGT. "Dicen que 1.000 personas son de la red de oficinas y las 500 restantes de servicios centrales, en Castilla y León ya no nos queda gente en servicios centrales y en cuanto a la red de oficinas, si es porque coinciden oficinas de Unicaja con las de Liberbank debería afectar poco porque no se da mucho esta circunstancia". Matiza, de todas maneras, que "siempre hay sorpresas con las entidades financieras" y que se pueden alegar otros motivos como que por la digitalización ya no es necesario tanto personal o que la oficina no es rentable. Desde el sindicato insisten en que los despidos se conviertan en bajas incentivadas y sean voluntarios "claro que para eso hay que conocer primero las condiciones".

Los trabajadores de Unicaja no son los únicos afectados. Hoy mismo se movilizaban en Castilla y León los del Banco Sabadell, por lo mismo. Despidos y cierre de oficinas que "dejan a los clientes abandonados", según palabras de Óscar Villafañe, de CCOO. Son 1.700 despidos a nivel nacional, 40 de ellos en la comunidad. "Es una sangría constante".