Reclaman más protección a los galgos para que no sean una herramienta de caza

Valencia

La organización Animanaturalis ha organizado este sábado una concentración en la plaza del Ayuntamiento de València para reclamar una protección legal de los galgos que evite su "maltrato continuado" por parte de los cazadores y el abandono masivo que se produce cada año cuando termina la temporada de caza, con 50.000 perros de este tipo que son dejados en la calle anualmente en toda España.

El galgo es una raza empleada tanto para la caza como para carreras y, cuando se acaba su utilidad para los dueños, son abandonados o directamente asesinados. La portavoz de Animanaturalis en València, Yasmina Moreno, explica que ahora mismo no existe una ley que proteja a estos perros y para sus cazadores son simples herramientas. Por eso, pide un cambio legal que refuerce su protección porque ese es el primer paso, afirma, para que los galgeros cambien de actitud.

Los abandonan o los matan

Moreno denuncia que, para los cazadores, estos animales son simples herramientas y, cuando envejecen o ya no dan la talla para cazar o ganar carreras, se les desecha. La mayoría acaban en perreras o en protectoras y tienen que lidiar con numerosos problemas físicos y con mucho miedo por culpa del maltrato al que han sido sometidos. 

La portavoz cree que la sociedad valenciana y de toda España "exige cambios dignos de este siglo y que se respeten los intereses básicos de los animales", que son "tan sencillos como seguir con vida, disfrutar de condiciones de bienestar y no sufrir".

La campaña de Animanaturalis

Desde Animanaturalis se ha lanzado una campaña para exigir que la mismas leyes que protegen los intereses básicos de los animales de compañía "se aplique a estos otros animales, que han tenido la mala suerte de caer en las manos equivocadas".

La campaña lleva por nombre "Salvemos a los Galgos" y aunque se dirige a las autoridades españolas, recibirá el apoyo de toda la Unión Europea a través de su versión internacional "Save the Galgos". Además, se exige el aumento de fiscalización y control en las rehalas, donde estos animales malviven y sufren tratos indignos.