Cuatro cosas que no deberías compartir en redes sociales

Fuenlabrada

Gran parte de la población tiene uno o varios perfiles en redes sociales a los que nutre con fotografías, relatos de las situaciones más variadas de su vida diaria y demás información, que, aunque nos pueda parecer inocua, no lo es, porque puede llegar a ser muy útil a los ciberdelincuentes.

Por eso, desde la Guardia Civil se alerta a través de su cuenta de Twitter sobre los cuatro datos que un internauta no debería compartir nunca con sus seguidores para evitar problemas posteriores. Recogiendo las recomendaciones de la Oficina de Información del Internauta, dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE, recuerdan que hay contenidos que ‘subimos’ a la red social sin ser conscientes del "grado de exposición al que nos sometemos, ni de las consecuencias que puede tener en nuestra vida".

Entre los datos más sensibles se encuentran la fecha de nacimiento del usuario del perfil, la dirección de su casa, su ubicación, el correo electrónico y el número de teléfono.

Lo que hay que ocultar

José Antonio Rubio, doctor Ingeniero en Ciberseguridad por la URJC, reconoce que, aunque a la hora de crearnos un perfil en una red social, puede ser necesario poner la fecha de nacimiento completa, eso no quiere decir que deba ser visible para todo el mundo. Por eso, aconseja elegir la opción de ocultarla para que nadie la pueda ver. Y es que este dato puede ser una pieza fundamental para robar nuestra identidad o para cometer alguna acción de extorsión.

Igualmente, si damos nuestra dirección podemos estar facilitando la suplantación de identidad, pero también un robo, ya no virtual, sino presencial en nuestra propia casa. En la misma línea se encuentra el dar nuestra ubicación actual, porque damos pistas de cuándo no estamos en nuestro domicilio, así como de nuestras rutinas.

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Puerta abierta a los ciberataques

En lo que se refiere a indicar en el perfil el número de móvil o el correo electrónico, si estos datos caen en malas manos, dice Rubio, pueden dar mucha información nuestra y facilitar ciberataques. Por ejemplo, según se advierte desde la Oficina de Seguridad del Internauta, pueden mandarnos correos masivos con spam o phishing para sustraer nuestros datos bancarios.