Peponas, cromos, frailes del tiempo y un Bugatti malagueño

Málaga

"Los niños, también, por supuesto,  los malagueños, siempre han jugado. Primero con juguetes artesanos, construidos con madera principalmente, hasta que en el siglo XIX se inventa el juguete industrial. Era un producto elistista. Para los niños, figurines militares hechos de plomo( los soldaditos)  y para las niñas, muñecas (fabricadas con porcelana de doble cocción). En principio, se vendían en las quincallerías de Madrid y Barcelona donde las familias burguesas malagueñas las adquirían como regalos de lujo  para los más pequeños de las casas" relata el profesor, investigador y coleccionista malagueño, Juan Alberto Vivas.

Pero si un material fue imponiéndose en la fabricación de carros, cochecitos, trenecitos, cocinitas...fue la lata " y con ella llegaron nuevas técnicas de fabricación y  la aplicación de la litografía. El mundo del juguete sufrió una gran evolución. Permitió su abaratamiento y su comercialización masiva  .. y aquí Málaga juega un papel importante"

"La fábrica de latas de Lapeira (junto a la Estación María Zambrano) se convirtió en una de las principales empresas auxiliares de la levantina Payá, el principal centro juguetero de España. Litografiaba para ella. Dibujaba y pintaba las láminas delatas que daban forma a sus productos. En Málaga se imprimieron en la década de los años 30 del siglo XX  las planchas del juguete del número uno del coleccionismo nacional: un coche de carreras de medio metro de longitud, el Bugatti" ensalza.

La fábrica de latas Lapeira fue fundada en 1752 por una familia de origen francés  Se especializó en la fabricación de envases para pasas, aceite y vinos. La nave fue diseñada por Guerrero Estrachan. Cerró en 1983 y hace 20 años fue adquirida por El Corte Inglés. Actualamente es la sede provisional de la Agencia Tributaria de Málaga

 Pero la lata no fue el único material que fue conquistando poco a poco la fabricación de los juguetes.

Las muñecas hechas con cartón (las Peponas) comenzaron a fabricarse a finales del siglo XIX y fueron las más populares en Málaga hasta la década de los 70 del siglo XX, hasta que irrumpió el plástico en el mercado de los juguetes, con las Nancys y los Geiperman, como estandartes.

El juguete más deseado por las niñas malagueñas y el que más desilusiones les provocó fueron las peponas " estas muñecas estaban hechas al completo de cartón, hasta el pelo, y les duraba el juego lo que tardaban en bañarlas y dejarlas hechas unas gachas para disgusto monumental tanto de ellas y como de sus familias, que volvían a ser machacadas con la petición de la sustituta"

"La pepona era muy barata. Se vendían a seis pesetas. Lejos de las cien que costaban las muñecas más envidiadas tras la Guerra Civil, las Mariquita Pérez, fabricadas con cartón piedra, ojos de cristal y pelo natural "

Al margen de juguetes, "hasta hace bastante poco, el juego de los niños era callejero. Se podia correr y saltar sin peligro en la calle. Y en la calle se jugaba al trompo, a las canicas, a los cromos"

"Algunas de esas estampitas eran espectaculares, como los cromos del chocolate "La Riojana" de los hermanos López. Estos empresarios y bodegueros (Vino La Quina San Clemente ) de calle Mármoles,  fueron conocidos con el mote de 'los leones'  por su espíritu emprendedor y popularizaron un juguete con mucha raigambre en Málaga: el fraile hidrómetro. La figurita del monje que anticipaba si iba a llover moviendo el brazo estaba en casi todas las casas malagueñas"

" Y el truco estaba en un  pelo. La articulación estaba enganchada a un pelo humano natural. Tenía que ser rubio. En cuanto aumentaba la humedad del ambiente se encogía y levantaba el brazo del monje"

 Vivas, coleccionista de juguetes desde hace 40 años, almacena unas 500 piezas, que pueden visitarse en el museo del juguete antiguo de la localidad malagueña de Alfarnate