Málaga, refugio de bandoleros
Emboscada de unos bandoleros en la cueva del Gato, 1869 Barrón y Carrillo, Manuel / Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
Málaga
La Real Fábrica de Holajalata se convirtió en el siglo XIX en un escondite de bandoleros españoles.
"En Málaga se abatió al último de estos bandidos, a Pasos Largos, muy cerca de esta fundición ya abandonada en el municipio de Júzcar" detalla el investigador y experto en bandolerismo, Jesús Almazán.
"Y en otra localidad malagueña, a cien kilómetros, en Alameda, cayó a manos de un bandolero precisamente el más famoso de ellos:el rey de Sierra Morena, el cordobés, José María "El Tempranillo" reconvertido en vigilante de caminos tras ser indultado"
"Héroes para el pueblo, con el que repartían sus botines. Villanos para el Gobierno. En plena invasión francesa, fueron precisamente los galos sus principales víctimas. No tenían el más mínimo sentido patriótico. Los asaltaban por que eran los que más riquezas transportaban" precisa Almazán.
Curiosamente no existe constancia de que ningún bandolero naciese en la serranía de Ronda, "pese a que sus cuevas se convirtieron en sus guaridas durante todo el siglo XIX y hasta que fue creada en 1.844 la Guardia Civil para combatirlos. Finalmente fue el cuerpo de seguridad que acabó con estos Robin Hood españoles, encumbrados por los primeros viajeros románticos"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
"Málaga fue el refugio perfecto para los bandoleros" Jesús Almazán, investigador y experto en bandolerismo
Más información
