La Vega y los primeros pobladores

Málaga

La Vega de Antequera hace 6.000 años era un frondoso bosque mediterráneo, alimentado por un ríquisimo caudal fluvial. Y en él vivían "importantes" comunidades humanas. Su primitiva tecnología agrícola (Neolítico final) no les permitía asentamientos muy duraderos y se movían, siempre buscando terrenos más fértiles.

"Los elementos más valorados en su cosmovisión eran los relacionados con la naturaleza: el agua, el sol y la tierra a los que rendían culto en las enormes construcciones de piedra que levantaron y que cubrían con grabados y pinturas, a modo de las iglesias cristianas" detalla el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla, Leonardo García Sanjuán.

" Y esa función sacra tendrían los cuatro monumentos megalitos que se conservan en esta vega malagueña: los dólmenes de Menga y Viera, el tholos del Romeral - posterior a los dos anteriores ( Edad de Cobre ) el más desconocido y menos investigado de todos - y el último descubierto: el semimegalítico de la Peña de los Enamorados, en Piedras Blancas" precisa como director de esta última y reciente excavación

"Esta cuarta estructura es sorprendente, aunque no tiene el porte ni la envergadura de las tres anteriores. El estudio de los restos humanos encontrados en ella será determinante para conocer e interpretar la forma de vida de estos primeros pobladores. Tenemos documentado dos restos, pero estamos seguros de que hay más"

"En muy poco tiempo, esta vega fue el escenario de una eclosión de construcciones. A seis kilómetros al oeste de Antequera - en arroyo Saladillo- hemos documentado los 'recintos de fosos' algunos de diez metros de profundidad que pudieron cumplir varias funciones. Eran poblados, lugares de pernoctación, cobijo de ganado y otros tendrían significados litúrgicos. No existía la escritura y la muerte estaba omnipresente. Los lugares asociadas a ella se convertían en bancos de memoria"

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"El dolmen de Menga (cámara que forma dinteles) es una construcción extraordinaria: única. Los dólmenes, en algunos casos, eran cámaras funerarias. Pero Menga no lo era. Estamos convencidos de que fue un templo creado para adorar y lo sintetiza. La genialidad de los arquitectos o arquitectas que lo levantaron ha permitido su supervivencia" añade

Un total de 29 especialistas acaban de culminar el registro de una excavación realizada en 2005 en ese dolmen por el profesor Francisco Carrión Méndez -que todavía no se había estudiado- y después de tres años ha arrojado "muchos datos sorprendentes. Entre ellos, su fecha de construcción fijada 3.800 a C. Eso es crucial y nos permite poder avanzar en su génesis"

Pero no es la única conclusión novedosa del estudio "uno de los resultados más interesantes lo hemos encontrado en las vasijas descubiertas en la zona. En ellas hay restos de vino, lo que significa que hubo una intensa actividad en el cerro, es decir. demuestra que tuvo que haber comensalidad en esos terrenos antes del levantamiento del dolmen"

Es un reto científico explicar como se construyeron los dólmenes de Antequera 42 siglos a C "la cooperación de comunidades tuvo que ser fundamental. Esta colaboración tuvo que ser determinante para impulsar estas construcciones de piedra" subraya.

"Nos queda mucho camino por recorrer. Este Patrimonio de la Humanidad guarda todavía muchos secretos Y ofrecerá sorpresas que nos permitirán interpretar el Megalítico y el Cobre"