La retrospectiva 'Peter Lindbergh: Untold Stories' llega a A Coruña de la mano de Marta Ortega
A Coruña ha sido la ciudad elegida por empeño personal de Marta Ortega, futura presidenta de Inditex, y que tenía una especial amistad con el afamado fotógrafo
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A Coruña
'Peter Lindbergh: Untold Stories'. Desde mañana estará abierta al público la retrospectiva que el propio Lindbergh dejó preparada poco antes de su fallecimiento en 2019. A Coruña ha sido la ciudad elegida por empeño personal de Marta Ortega, futura presidenta de Inditex, y que tenía una especial amistad con el afamado fotógramo.
Se trata de una retrospectiva compuesta por 150 imágenes tomadas desde los años 80 hasta el día de su muerte, que nos permite aproximarnos a los procesos creativos de Lindbergh a través de su cámara. Imágenes sobre todo de actrices y modelos que destacan por el uso en exclusiva del blanco y negro, así como la naturalidad de las poses. Su hijo, Benjamin Lindbergh ha presentado la muestra esta mañana.
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La exposición se podrá visitar del 4 de diciembre al 28 de febrero de 2022 en los muelles de A Coruña, especialmente adaptados para la ocasión. Una muestra con la que se pretende atraer a A Coruña eventos culturales de primer orden al tiemo que se muestra al mundo las potencialidades de la ciudad.
La muestra ha sido calificada por medios internacionales como "una de las citas culturales de 2022".
La exposición de Lindbergh impulsa una notable rehabilitación del espacio portuario
El muelle de Batería ha sido el espacio elegido para la retrospectiva sobre Peter Lindbergh. Frente a los jardines de Méndez Núñez y accediendo por la puerta de Entrejardines, los visitantes podrán observar la intervención, mínima pero evidente, que se ha hecho en el espacio. Al frente de la rehabilitación Elsa Urquijo, arquitecta de cabecera de Inditex.
Blancos, negros y grises caracterizan la fotografía de Lindbergh; blancos, negros y grises conviven en el espacio del muelle.Incluso el clásico color azul de las vallas del Puerto de A Coruña han sido teñidas de negro. El protagonismo es para el ambiente industrial y portuario. Grandes contenedores negros guían los primeros pasos de la exposición para llevarnos hacia la gran nave que guarda las fotografías.
En la propia entrada, lo que en su momento fueron los silos de 'Cementos del Cantábrico' han sido reconvertidos en cafetería y tienda de la exposición. En la fachada que mira al mar se han cementado unas escaleras para disfrutar de los muelles cuando el tiempo lo permita.
Al fondo del camino de metal se encuentra la gran nave, visible desde la rosaleda de los jardines, que ha sido rehabilitada por completo. Pintada de negro, al acceder predomina la oscuridad y un ambiente cálido. Tras las puertas, la explosión de luz llega en la zona expositiva, con 150 imágenes de distinto tamaño organizadas por el propio Lindbergh antes de su muerte.