La entrada a València por la plaza de Sanchis Guarner

Valencia

Hace unos días asistimos, ya sin asombro, a la sonrojante negativa del Ayuntamiento de Madrid a declarar a Almudena Grandes hija predilecta de la ciudad. Una decisión sectaria que hoy, cuando se cumplen 40 años de la muerte de Manuel Sanchis Guarner, recuerda aunque tímidamente al acoso y persecución que sufrió el filólogo valenciano incluso una vez muerto.

SanchisGuarner es considerado el padre de la filología moderna valenciana, aunque su inmensa obra, que abarca desde la lingüística hasta la cultura popular pasando por la historia, la literatura y la etnografía, lo sitúan como un humanista imprescindible del siglo XX en València.

Fue, como se dice en valenciano, un "homenot" con una elevadísima talla intelectual, con la que siempre actuó contra sus difamadores, como aquellos que le negaron el cargo de cronista de la Ciudad de València poco tiempo antes de publicar su obra magna "La ciutat de València", una síntesis de historia y geografía urbana de la ciudad que hoy día nadie ha podido todavía superar. Su figura suscitaba recelo y miedo entre el blaverismo, que lo acusó de ser un vendido al oro catalán y lo depuró de Lo Rat Penat, situándolo en el centro de la campaña anticatalanista que protagonizó el proceso de transición democrática en València.

Como dice Sancho Lluna, no hay en nuestra historia reciente persona alguna que haya sufrido el acoso y el hostigamiento que sufrió Guraner durante los años de la Transición. Amenazas, insultos, escraches y atentados que socavaron los últimos años de vida del profesor, que derrotado murió de un infarto en diciembre de 1981. Después de la muerte de Sanchis Guarner, con las negociaciones por la reforma del estatuto encima de la mesa y el clima político poco propicio, desde las instituciones no había ninguna urgencia por organizar homenajes póstumos a su figura. Fue la propia sociedad civil valenciana, sus amigos, compañeros y discípulos, los que iniciaron en febrero de 1982 la recogida de firmas y se movilizaron para solicitar al Ayuntamiento que: “a la vista dels indubtables mèrits científics i patriòtics assolits pel professor Manuel Sanchis Guarner durant tota una vida dedicada a l’estudi i a la defensa de la cultura, la llengua i la història del País Valencià, la nostra corporació municipal acorde que un carrer o plaça important duga des d’ara el nom d’aquest valencià il·lustre”.

Con el voto en contra de los concejales de la UCD, el 22 de julio de 1982 se acordó que la plaza que se estaba configurando en el cruce de Ausias March y Filipinas con Peris y Valero fuese rotulada como plaza de Manuel Sanchis Guarner.