El sorteo de Navidad en la calle Troya

Valencia

La calle de Troya, situada entre las calles San Vicente y Cervantes de València, es el único vestigio que queda del trazado de una antigua senda que partía del camino de San Vicente y se dirigía a la finca de los Condes de Casal, cuyos jardines y huertos eran famosos más allá de nuestras fronteras. En la misma entrada al recinto solariego de los Casal había un hermoso laberinto, y en su centro una reproducción de la ciudad de Troya, nombre que sirvió al vulgo para denominar al camino de acceso y que finalmente la tradición ha mantenido hasta nuestros días como calle de Troya. Una pequeña calle del barrio de la Roqueta que en la actualidad puede pasar desapercibida pero que encierra pasajes históricos dignos de ser recordados.

Uno de ellos ya lo contamos hace unos años, y es que en esta senda de Troya se instaló en 1647 la casa de morbo más importante de los creadas en la ciudad para combatir la gran epidemia de peste, un hospital que por su ubicación fue conocido como Casa de Troya. Otro de los episodios históricos acaecidos en esta calle es más contemporáneo y está relacionado con una fecha tan simbólica como la de hoy, 22 de diciembre. Efectivamente, tal día como hoy pero de 1936, hace 85 años se celebró en la calle Troya de València el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional por primera y única vez en la historia de nuestra ciudad.

En noviembre de 1936, a consecuencia del avance de los sublevados sobre Madrid el gobierno republicano, ante el peligro inminente de que cayese la capital, decidió trasladarse a València. Desde el día 7 de noviembre València se convirtió en capital de la República y acogió las sedes ministeriales, así como multitud de organismos oficiales, asociaciones y organizaciones nacionales, entre ellas también la Lotería Nacional.

Así pues, entre la caravana de camiones que llegó desde Madrid también llegaron a nuestra ciudad los bombos que el organismo de la Lotería disponía para hacer los sorteos, que se instalaron en un almacén de maderas situado en la calle de Troya número 8, propiedad del señor Nebot que lo cedió voluntariamente para la causa. Allí se celebraron desde principios de diciembre los sorteos semanales de la Lotería Nacional, y como no, llegado el momento, el sorteo extraordinario de Navidad.

Según cuentan las crónicas, en el almacén de maderas de la calle Troya, donde cabían más de 2.000 personas -muchas más que en el salón de sorteos de Madrid- estaba lleno aquel 22 de diciembre de 1936, sobre todo de mujeres –los hombres estaban en la guerra-, y se engalanó para la ocasión con un dosel formado por una gran bandera roja flanqueada por la bandera nacional y la señera. Se utilizaron los antiguos bombos traídos de Madrid y actuaron de cantores los niños del colegio Ferrer Guardia –nombre que tenía entonces el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer-.

El primer premio fue para el número 5.287, vendido en Madrid, y el segundo para el 27.471 que fue vendido en la administración número 11 de nuestra ciudad, regentada por el señor. Bello, situada en la plaza de Castelar, actual del Ayuntamiento, tal y como continúa en la actualidad. Y como no podía ser de otra manera, el sorteo fue retransmitido en directo para todo el país por Unión Radio Valencia, la emisora decana que ya llevaba cinco años emitiendo.