En busca del templo romano de Diana, un santuario rupestre en la Mancha de Cuenca

Cuenca

En el espacio Nos vamos de excursión que coordina Fernando Carreras de EcoExperience, y que emitimos los viernes en Hoy por Hoy Cuenca, esta semana vamos a ahondar en la historia de la provincia en un rincón secreto y cargado de magia: el templo romano dedicado a la diosa Diana en la periferia del parque arqueológico de Segóbriga, en Saelices.

Para llegar, desde Cuenca, salimos por la autovía A-40 en dirección Madrid y en el Carrascosa del Campo nos desviamos hacia el pueblo de Saelices y de ahí hasta el parque de Segobriga. Continuamos por la carretera CM-310 en dirección Villamayor de Santiago y, tras pasar el parque de Segóbriga, que veremos totalmente vallado, al final veremos a mano izquierda de la carretera un pequeño camino. Aquí debemos de dejar nuestro vehículo y continuar a pie.

Desde este punto vemos que el camino de tierra continúa pasando en un primer momento por una zona de campos de cultivo y un conjunto de casas tipo masía. Nosotros seguiremos. Un poco más adelante el camino cruza el río Gigüela y veremos que el paisaje cambia bastante. Nos metemos en un monte bajo de carrascas y arbustos entremezclados con bloques de rocas calizas.

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Tras seguir unos pasos, veremos un antiguo conjunto de casas abandonadas y un poco más adelante el camino se irá cerrando en un zona más boscosa y rocosa y vemos incluso alguna construcción en forma de pozos para recoger el agua.

Si continuamos, vamos a ver a la derecha una pared grande cortada de caliza, que son canteras de las que se extraía la roca para la construcción de la ciudad de Segobriga y a la izquierda de la misma, en la ladera de al lado del camino por el que vamos, y que es una antigua calzada romana, veremos otra zona de rocas de paredes verticales. Es en este punto donde vemos el templo dedicado a la diosa Diana.

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Es un rincón en el que se respira un ambiente mágico y de hecho. Llamará nuestra atención las inscripciones que hay en la roca, las hornacinas y las figuras humanas en relieve así como letras romanas. El santuario rupestre está dedicado a Diana la diosa de la caza, protectora de la naturaleza y de la luna, por ello imaginamos que esté en ese enclave.

Debido a estar a la intemperie y sin protección ha sufrido gran espolio y destrozos. Desde aquí os animamos a visitarlo pero respetando este rincón de tan gran valor. Es muy probable que el santuario sea del siglo I d. C. y de hecho, por su importancia, hay una reproducción a escala del mismo en el museo de Segóbriga.

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Desde este punto podemos continuar la calzada que sigue hacia zonas de bosque y campos de cultivo y que llega a dar la vuelta hasta el castillo de Saelices que ya visitamos en otra ocasión, o podemos volver a nuestro vehículo realizando unos tres kilómetros.