El gobierno vasco invierte 7 millones en ULMA

Bilbao

El Gobierno Vasco ha entrado en ULMA, una de las mayores empresas del grupo Mondragon, con una inversión de 7 millones de euros, a través del Instituto Vasco de finanzas. Según publica el Boletín Oficial del País Vasco la participación se ha concretado mediante una aportación de 60,10 euros al capital social de ULMA Inversiones, S. Coop. como socio colaborador, y otra aportación financiera subordinada de 7 millones de euros.

ULMA es uno de los principales fabricantes mundiales de accesorios de forja para tuberías, con una facturación de unos 900 millones de euros anuales, 5.500 empleados y presencia en más de 80 países. Entre sus clientes se encuentran por ejemplo las refinerías de petróleo.

La operación se acordó en mayo del año pasado con el objetivo de reforzar los fondos propios de la sociedad ya que, según ha explicado el departamento de economía y hacienda del gobierno vasco, "las sociedades cooperativas padecen un problema estructural de no poder fortalecer sus fondos propios, puesto que no están autorizadas a emitir acciones y no pueden acudir a los mercados de valores". El Gobierno Vasco entiende que la imposibilidad de las cooperativas de recurrir a estos instrumentos reduce su competitividad, ya que tienen "limitaciones para reforzar su solvencia financiera y consecuentemente atraer a inversores internacionales".

El gobierno vasco ha entrado en los últimos años en otras empresas grandes empresas vascas. La primera fue la CAF de Beasain en la que tomó una participación del 1'24 % por 15 millones de euros en 2018. Un año después entró en Kaiku mediante el fondo Finkatuz, dotado con 300 millones de euros, realizando una inversión de 6'6 millones de euros para adquirir el 7'31 % de la compañía agroalimentaria vasca. En el caso de ULMA no se ha utilizado el fondo Finkatuz sino que la operación se circunscribe a la actividad ordinaria del IVF.

El consejero de economía y hacienda Pedro Azpiazu anunció el año pasado durante la presentación de los presupuestos vascos, que el gobierno mantendría e incluso ampliaría en 2022 la toma de participaciones en empresas estratégicas vascas para asegurar su arraigo en Euskadi y favorecer su crecimiento.