Fútbol

Gontzal Suances: el héroe de Newcastle

La entrada del delantero getxotarra fue clave en el duelo disputado en Saint James' Park

Gontzal Suances: el héroe de Newcastle

Athletic y Newcastle se enfrentaron por primera vez en los octavos de final de la Copa de la Uefa en 1994-95. El partido de ida, disputado en St. James’ Park, terminó con 3-2, en un encuentro que el Athletic perdía 3 a 0. Los leones consiguieron pasar a la siguiente ronda gracias al valor doble de esos goles, pues hicieron bueno el 1 a 0 en San Mamés con gol de Kuko Ziganda.

Al Athletic se le puso el panorama muy cuesta arriba en Saint James’ Park en el choque de ida. El Newcastle, dirigido por Kevin Keegan, puso la directa en el primer tiempo. Fox adelantó a las urracas en el minuto 11 con un chut raso con la puntera tras anticiparse a Larrazabal dentro del área. Pasada la media hora, Tabuenka derribó a Cole dentro del área y Beardsley estableció el 2-0.

Parecía que la presión británica podía con el Athletic. Que la aventura europea sería corta. Sobre todo cuando Cole aumentó la renta del Newcastle en el minuto 57 con un precioso cabezazo cruzado y picado tras un servicio de Fox ante el que nada pudo hacer Valencia con su estirada. El 3-0 se antojaba prácticamente decisivo. Sin embargo, la última palabra corrió a cargo de los bilbaínos.

Irureta movió ficha y dio entrada a Suances en lugar de Tabuenka. Una modificación que resultó vital para el devenir del encuentro. Ziganda devolvió la esperanza al Athletic tras superar en el mano a mano a Srnicek después de que Suances le filtrara un pase en profundidad desde el suelo. No quedó ahí la destacada actuación del joven delantero rojiblanco. Suya fue la firma del definitivo 3-2. Con un inapelable testarazo a un centro de Mendiguren desde la izquierda. Un resultado que hizo creer a los leones.

Aquellos partidos pasaron a la historia por el ambiente que se vivió tanto en Newcastle como en Bilbao, el cual derivó en un hermanamiento muy especial entre las aficiones. Rojiblancos y blanquinegros convivieron en la previa de los partidos, formando un vínculo que continúa hasta hoy. De hecho, al final del partido en Bilbao, cientos de athleticzales invadieron el terreno de juego y se dirigieron hacia el campo visitante para ovacionar a los aficionados del Newcastle. Los seguidores visitantes respondieron coreando: “¡Athletic, Athletic, Athletic!”