"El trasplante es un mérito casi exclusivo del donante, el resto es tecnología y trabajo"
El hospital de Cruces ha participado en un trasplante renal cruzado internacional a tres bandas: Bilbao, Barcelona y Padua
Las claves del trasplante renal cruzado internacional en el que ha participado el Hospital de Cruces
Bilbao
Donar es un acto de generosidad; eso creen todos los implicados en el proceso de trasplantes. Sin embargo, a veces, por mucho que se quiera, la compatibilidad impide donar, por ejemplo, un riñón, a la persona que deseas. Pero, ahí entra el proyecto de trasplante renal cruzado. "El programa de trasplante cruzado es un intercambio de riñones, de buscar esa posibilidad. Buscamos parejas, de donante-receptor, que tienen el mismo problema en otros lugares como España o incluso Portugal e Italia", explica Gorka García, jefe clínico del servicio de nefrología del hospital de Cruces. Cuando hay un donante o receptor, se crea una base de datos, y mediante un algoritmo informático se detecta quién parece tener compatibilidad. Una vez se detecta, todos los medios se ponen a trabajar.
Hace tres semanas que el hospital vasco realizó una intervención del trasplante renal cruzado a tres bandas junto al Hospital Clinic de Barcelona y el italiano Azienda Ospedale-Università de Padua. Es el segundo de estas características que se realiza a nivel internacional. No obstante, el Hospital Universitario de Cruces ha realizado 31 trasplantes cruzados a dos bandas. "El trasplante renal cruzado lleva ya bastantes años, al principio era a nivel estatal, después se incluyó a Portugal y a Italia. Con esto, las posibilidades de encontrar el donante adecuado inmunológicamente aumentan de una manera brutal", dice Joseba Aranzabal, coordinador general de trasplantes de Euskadi.
Un proyecto internacional
Según Aranzabal y García, este hecho, también histórico, va a hacer que más hospitales se unan a este proyecto. Ambos, recalcan que el acto de donar tiene un doble fondo solidario. "Es solidario la persona que dona su riñón de vivo a un familiar. Pero es que también hay una segunda labor de solidaridad, que es que los pacientes que están en lista de espera de trasplante fallecido tienen más probabilidades de trasplante", explica el jefe clínico del servicio de nefrología del hospital de Cruces. "Es que sin donante no hay trasplante", añade el coordinador general de trasplantes de Euskadi.
Detrás de cada proyecto hay personas, es el caso de José Miguel Martín. El programa 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia' ha contado con su testimonio. "Hace años que tuve una enfermedad renal, me quedé sin la función que realizaban los riñones. Empecé haciendo diálisis, hasta que un día su compañera, Alazne Ziarsolo, quiso donarle su riñón. "Para mí ha sido la experiencia de la noche y el día. De estar atado a una máquina, porque hacía tres veces al día diálisis en casa, pues a vivir como una persona normal", dice emocionado Martín.
Testimonios
Ziarsola también ha contado cómo fue su experiencia. "Te dan tantas garantías... Y ves que en el proceso pasas por tantas revisiones, tanto físicas como psíquicas... Me parece un proceso muy garantista, muy honesto", explica la compañera de José Miguel. Alazne ha contado que la donación la ha hecho por él, pero también por ella; para así los dos tener "una vida mejor".
Sanidad pública
La donante ha querido defender el valor de la inversión en la sanidad pública: "Todo esto se hace en la sanidad pública. No sabéis lo que cuesta y el dineral que es, y que cualquier persona pueda acceder a esto es fantástico".