Naufragio del Athletic en el derbi de Anoeta: "No me jodas, no metemos un puto gol"
El conjunto rojiblanco cae ante la Real Sociedad (3-0) y corta su racha de seis partidos sin perder
Bilbao
Las áreas marcaron la diferencia en el resultado del derbi. Una derrota contundente del Athletic en Donostia, por tres goles a cero, que escuece en Bilbao por varios motivos. A nadie se le escapa que un derbi tiene un tinte más allá de cualquier otro partido de Liga. Además, los rojiblancos llegaban hinchados de moral merced a unos resultados que avalaba la clasificación. Defendían puesto Champions, pero se les escapó en Anoeta.
La salida del Athletic al partido no fue buena. Dejó que la Real Sociedad se hiciera con el balón y en la primera media hora de juego apenas se acercó a la portería de Remiro. Sin embargo, tampoco los de Imanol crearon oportunidades claras, si bien tuvieron algo más de presencia en ataque, sobre todo por medio de Kubo y Sadiq.
Fallos en ataque y defensa
El primer gol de la noche llegó en una jugada que combinó la mala fortuna y algo de debilidad defensiva por parte de los rojiblancos. Se produjo en la primera falta en contra del Athletic. Brais Méndez puso un buen balón que, sin embargo, no encontró rematador. Se paseó por el área sin acertar a despejarlo ni Yeray ni Vivian y finalmente Le Normand lo cazó de volea para marcar ante Unai Simón.
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No obstante, la respuesta del Athletic fue positiva. En apenas cinco minutos consiguió generar dos buenas ocasiones en busca del empate. La primera la culminó Guruzeta con un remate de cabeza que se marchó por encima del larguero de la portería de Remiro. La segunda fue aún más clara. Un balón de Nico Williams para Iñaki desde la izquierda que el mayor no llegó a rematar por muy poco.
Villalibre, sin opción
Tras el paso por vestuarios, Valverde introdujo una variación en su ataque: dio entrada a Villalibre por Guruzeta. Sin embargo, el segundo golpe llegó de inmediato. Gol de Kubo que ponía más cuesta arriba el partido. Faltaría aún el tercero, obra de Oyarzabal tras una jugada incomprensible. Unai Simón regaló un balón que no entrañaba peligro alguno, convirtiéndolo, mediante una pésima salida de balón, en ocasión para la Real. Y el capitán txuriurdin no perdonó.
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Durante la eternidad que aún le quedaba al partido, apenas algún ramalazo de ocasión regaló el Athletic a sus aficionados desplazados a San Sebastián. Lo probó, por ejemplo, Muniain, en un disparo flojo y mal orientado. Lo hizo también De Marcos, con un tiro desde fuera del área que golpeó en la espalda de Villalibre para después marcharse desviado del terreno de juego. Y también Berenguer o Raúl García, que saltaron al campo en los minutos finales sin llegar a marcar la diferencia en el derbi.
"No me jodas, no metemos un puto gol"
En el tramo final de partido, las cámaras de Movistar captaron esta frase en los labios de Ernesto Valverde, que veía con frustración desde su área técnica el partido. "Es duro", ha reconocido al término del encuentro, y ha incidido en la misma idea. "Es que la realidad es que hemos tenido ocasiones para haber hecho algún gol y habernos metido en el partido. Pero bueno, el fútbol es lo que es. Hay que ser contundente y convertir", ha añadido.
Además, ha insistido en argumentar la derrota de su equipo desde la falta de efectividad goleadora, señalando que "es un partido que ha sido realmente igualado, en el que ellos han tenido el acierto de embocar las dos primeras que han tenido, mientras que nosotros no. Se nos ha puesto cuesta arriba y no convertíamos. Nos ha faltado acierto de cara a la portería contraria".