"Todavía no se me ha pasado el susto": un penalti en el último minuto da la victoria al Athletic ante el Celta en el partido más loco del año (4-3)
Berenguer, en el minuto 98, marca el gol de la victoria que asegura al Athletic irse al parón en quinto lugar en la Liga
Bilbao
Ni el mejor de los guionistas podría haber escrito el relato del Athletic 4-Celta 3 que ha abierto este viernes la 13ª jornada de Liga. Un partido que pudo haber ganado cualquiera de los dos equipos y que quizá, por justicia, debería haber terminado en empate. Pero lo cierto es que la explosión de alegría de San Mamés cuando, en el último instante del tiempo añadido, Berenguer ha marcado el gol de la victoria es un giro en la historia que hace de Bilbao una ciudad feliz.
Un partido que, en realidad, empezó hace una semana en Balaídos, cuando, en el tramo final del Celta-Sevilla, el equipo vigués se sintió perjudicado por el colegiado y terminó perdiendo los nervios. Y perdió los nervios y la razón Iago Aspas, que jaleó a sus compañeros para que abandonaran el campo y, de paso, derribó de un manotazo el monitor del VAR situado en la banda del campo.
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El gol de Iago Aspas
Sin embargo, el Comité de Competición de la RFEF decidió no actuar contra el capitán del Celta, como sí les ocurrió ante iguales actuaciones a los uruguayos Luis Suárez y Cavani. Así que Aspas pudo jugar en San Mamés, y Benítez le puso como titular.
Él solo cocinó y remató el primer gol, deshaciéndose de Aitor Paredes como si el de Moaña tuviera 23 años y el central rojiblanco, 36. Después, todo hay que decirlo, se saco un potentísimo disparo con rosca que tocó el interior del poste y se coló después en la portería de Unai Simón. De nada sirvió el vuelo del guardameta de Murgia.
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Doblete de Guruzeta
Antes, Guruzeta había tenido en su cabeza la ocasión de haber abierto el marcador, gracias a una de las muchas jugadas que se fabricó durante el encuentro Nico Williams. Por suerte, pocos minutos después, Sancet sí encontraría el acierto para empatar el partido. Faltaban siete minutos para el 45, pero de ahí al descanso todavía veríamos más goles. Primero, el de Bamba para adelantar de nuevo al Celta. Después, el de Guruzeta.
Con el empate a dos, tras el paso por vestuarios, la segunda parte arrancó bien para el Athletic. Dominaba el conjunto rojiblanco y en una de esas aproximaciones conseguiría ponerse por primera vez por delante en el marcador. Lo logró Guruzeta, con el doblete que le sitúa como pichichi del equipo, tras una buena mano de Guaita ante la llegada de Nico Williams.
Salvador Unai Simón
Pero iba de sustos el partido, y sobrepasado el minuto 60, Larsen silenciaba San Mamés dos veces. La primera quedó en nada, pues su gol fue anulado por el VAR por fuera de juego. Pero dos minutos después sí recibió correctamente el balón de las botas de Aspas para marcar el 3-3. Tocaba volver a empezar para Athletic y Celta.
Entonces, el equipo gallego iba a tener su gran oportunidad. El VAR reclamaba la presencia de Pulido Santana en el monitor de banda para revisar una mano de Guruzeta en el área, tras el remate de Unai Núñez. Penalti a favor del Celta. Ahí apareció Unai Simón para, con una gran estirada abajo, detener el lanzamiento de Iago Aspas. Salvador, un día más, el de Murgia.
El penalti decisivo
Con más de un cuarto de hora por delante, y a la vista de lo ocurrido hasta entonces, nadie daba nada por sentenciado. Y menos mal. San Mamés tuvo que esperar hasta el minuto 98, el último del tiempo añadido, pero encontró el regalo. Una mano de Mingueza en el área era su oportunidad. Berenguer cogió la responsabilidad y marcó. Estalló la grada con el 4-3 y el pitido final.
"Ha podido pasar cualquier cosa", reconocía después en sala de prensa Ernesto Valverde. Pese a que el técnico reconoció que hay cosas que mejorar -sobre todo en el apartado defensivo, donde la pareja Vivian-Paredes hizo aguas-, añadió que "hay quince días para pensar en todo eso. Todavía no se me ha pasado el susto, pero esto es lo que hay. Ha sido un partido de mucha emoción. En los últimos diez minutos se veía que cualquiera podía ganar".