El día en que Johan Cruyff hizo que Jupp Heynckes fichara por el Athletic: "Vete a Bilbao con los ojos cerrados"

Bilbao

José Julián Lertxundi presidió el Athletic durante una legislatura, entre 1990 y 1994. Quizá su principal legado estuvo marcado por la apuesta que realizó para el banquillo rojiblanco en el verano de 1992. "En aquella época, yo tenía claro que había que pegar un cambio e ir a por un entrenador de primera clase mundial. Yo estaba enamorado del fútbol holandés, de la 'naranja mecánica'", recuerda ahora en Radio Bilbao. Aquella apuesta se llamaba Leo Beenhakker, que había dirigido al Ajax de Ámsterdam y el Real Madrid en los años anteriores, logrando una Eredivisie, tres ligas españolas, una Copa del Rey y dos supercopas de España.

Así que Lertxundi se lanza a la búsqueda del neerlandés, aprovechando su cercanía al que era presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza. "Yo tenía buena relación con Mendoza, así que le pedí el teléfono de Beenhakker. Pero no me lo dio. Me dijo, 'si quieres, te doy otro teléfono'. Y me dio el de Günter Netzer, que fue el primer fichaje extranjero que hizo el Real Madrid", rememora el expresidente. Netzer había tenido una exitosa carrera como futbolista, sobre todo en el Borussia Mönchengladbach y el Real Madrid.

Objetivo Heynckes

"Netzer marcó una época en el Real Madrid y después montó un despacho de negocios futbolísticos en Ginebra. [Mendoza] me dio su teléfono y le dijo a él que yo iba a llamarle. Y fue Netzer quien nos puso sobre la pista de Jupp Heynckes y de Otto Rehhagel", relata Lertxundi. Rehhagel era entonces entrenador del Werder Bremen; Heynckes, del Bayern de Munich, donde llevaba cuatro temporadas.

El banquillo del Athletic estaba entonces rodeado de inestabilidad. En las tres campañas anteriores había tenido tres técnicos diferentes. Además, no había logrado clasificarse para jugar en Europa; en Liga vivía en zona de nadie. Y Heynckes era el escogido para cambiar esa dinámica. Pero hubo que convencerle, y "nos costó lo suyo", reconoce el expresidente.

Un derbi y una llamada de Cruyff

"Nos vio jugar un partido en Barcelona contra el Espanyol y, al día siguiente, nos llamó diciendo que estaba encantado de habernos conocido, pero que no vendría. Sin embargo, una semana después jugábamos aquí contra la Real Sociedad. Fernando Ochoa [entonces gerente del Athletic] y yo dijimos, 'hay que traerle a Bilbao como sea'.", recuerda.

Ese día, Heynckes vino a Bilbao. Y cambió de opinión. "Era un sábado por la noche, un día lluvioso, el campo tenía un ambiente tremendo, la Real marcó primero y después remontó el Athletic. Heynckes se enamoró de San Mamés y aceptó venir aquí. Pero el último granito de arena lo puso Johan Cruyff, que era íntimo amigo de Heynckes. Este le llamó, le dijo que tenía una oferta del Athletic. Cruyff le contestó: "Vete a Bilbao con los ojos cerrados".

Así comenzó una historia que, en dos años, revolucionaría el Athletic. Heynckes decidió apostar por jugadores jóvenes, entre los que estaban Julen Guerrero o Juanjo Valencia. Y también introdujo un esquema nunca antes visto en San Mamés, el rombo en el centro del campo. En su segundo curso devolvió al Athletic a la UEFA, para después dejar el club, inmerso en un proceso electoral que terminaría con la salida de Lertxundi, que apostaba entonces por Guus Hiddink para el banquillo, y la victoria en las urnas de José María Arrate.