Nerea Etxarri, arquitecta: "Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que no se puede hacer nada en un edificio protegido"

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El Día de la Seguridad y Salud laboral este domingo se centra en la repercusión del calor, del cambio climático, en el ámbito laboral. Ese "estrés térmico" es lo que vienen denunciando las matronas del Hospital Universitario de Basurto en las últimas semanas. Han llegado a registrar picos de hasta 30 grados, cuando la temperatura recomendada en el servicio es de cinco menos. Denuncian que "el calor extremo" dificulta las intervenciones con las pacientes, como poner la epidural o colocar una vía; y es peor aún cuando un parto se complica y se agolpan los profesionales en los pequeños paritorios. Por ahora Osakidetza ha provisto a la unidad de ventiladores de pie y deshumidificadores para reducir la sensación de calor, son los "parches", según las matronas, que exigen realizar una obra integral, como las que se han afrontado en otros pabellones.

En Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia hemos consultado a arquitectos para conocer si es posible intervenir en un edificio, como el centro sanitario, que goza del mayor nivel de protección patrimonial. Han coincidido en que la solución planteada por Osakidetza es puntual y temporal. "Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que no se puede hacer nada porque es protegido, por supuesto que se puede", ha remarcado Nerea Etxarri, especializada en rehabilitación patrimonial y representante de la comisión de patrimonio del COAVN en el Ayuntamiento de Bilbao.

Juan Alonso, arquitecto experto en adaptación edificios a normativas sostenibles, comparte el diagnóstico. "Los ventiladores son una solución temporal, pero no dan una solución real a un problema a medio plazo". Según Alonso una eventual intervención en el pabellón Iturrizar debería abordarse de manera transversal, "debe tener en cuenta el tipo de edificio, también la sensibilidad del paciente. Es una obra costosa, pero se puede hacer", ha subrayado. En este sentido ha apuntado que "se ha conseguido hacer edificios con un grado altísimo de sostenibilidad, con eficiencia energética, confort térmico y acústico, la ventilación, y sobre todo, la salud".

El experto ha anticipado que las directrices de la Unión Europea están ya anticipando obras de este tipo y asegura que "van a obligar" a sus propietarios, por ejemplo, con el aislamiento de cubiertas. En el caso del hospital de Basurto, Etxarri ha sugerido que hay alternativas. "Se pueden plantear soluciones pasivas, como un aislamiento del edificio completo; o activas, como sistemas de climatización". Etxarri cree que los arquitectos van a tener que formarse en este tipo de rehabilitaciones en el medio plazo, y opina que además tienen dónde mirar. "Es un problema relativamente nuevo aquí, pero tenemos modelos como la arquitectura árabe... hay sistemas de aireación que no tienen por qué ser industriales o mecánicos".

"Los pabellones de Basurto son como cajas de zapatos, son muy flexibles, pero limitan mucho que se pueda intervenir desde el exterior", ha apuntado Ekain Jiménez, arquitecto experto en rehabilitación sostenible. Como el resto de expertos ha abogado porque debe mirarse al edificio en conjunto y de manera integral.