'Detrás del pelotón': la muerte de Tom Simpson en el Mont Ventoux

Fue en el Tour de Francia de 1967. El Tour se disputó por selecciones nacionales y Tom Simpson, un gentelman inglés, corrió son la selección británica a pesar de pertenecer el Peugeot. Había campeón mundial en 1965 y era un buen ciclista. En la 13ª etapa se subió al Mont Ventoux bajo un sol abrasador que quemaba. El consumo de anfetaminas era un hecho habitual en el pelotón de entonces. En la etapa por delante viajaba Julio Jiménez, que coronó en primera posición el Mont Ventoux. Por detrás los ciclistas se retorcían. Simpson era uno de ellos. Tenía la boca seca. Los ciclistas entraban en un bar y arramplaban con bebidas. Un compañero de Simpson le dio una Coca Cola, que no le duró nada.

Luego Pastis, bebida tradicional en Francia, (otros dicen que le dieron Coñac), que bebió con ansiedad. Poco más adelante cayó de la bicicleta, exhausto. El director del equipo inglés lo vuelve a montar en bicicleta. Al de pocos metros vuelve a caer. Los médicos intentaron la reanimación en vano. Le trasladaron en helicóptero, pero llegó muerto al hospital. Posteriormente se le encontraron botes vacíos de anfetaminas en el maillot y se comentaba que la mezcla de anfetas y alcohol, más el intenso calor, fue fatal.

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Al día siguiente se le rindió homenaje en el Tour con una etapa que ganó Barrie Hoben, británico, amigo íntimo que se casó con la viuda. Una estela recuerda el trágico momento donde cayó Tom y el gran Merckx se quitó la gorra en señal de respeto cuando el Tour pasó de nuevo por el Mont Ventoux en 1969. Hubo quien criticó al director inglés por haberle vuelto a montar en bicicleta. Otros decían que no había que haberle subido en helicóptero. A partir de esta tragedia se regularon los controles antidoping.