"Los contactos ligeros, como ocurrió con Unai Gómez, no se van a pitar": las novedades del arbitraje esta temporada, con Iturralde González

Bilbao

Solo se ha disputado una jornada de Liga en Primera División y ya ha habido tiempo para unas cuantas polémicas arbitrales. Y el reglamento tiene, como cada año, unas cuantas novedades. Para conocerlas hemos charlado con el exárbitro internacional y comentarista de Carrusel Deportivo Eduardo Iturralde González. Estas hacen referencia a los agarrones, con los que el colectivo arbitral quiere ser más duro, o los llamados 'penaltitos', que no se señalarán si hay dudas.

En el caso del Athletic-Getafe del pasado jueves, fueron sobre todo dos las acciones controvertidas. En el tramo final del encuentro, San Mamés pidió penalti por un derribo de Unai Gómez en el área. Sin embargo, el colegiado no señaló falta. "Los contactos ligeros, como ocurrió el otro día con Unai Gómez, no se van a pitar. El año pasado es una de las cosas que mejor se hicieron. Está habiendo tolerancia a que el penalti sea de verdad, sea un derribo o un agarrón claro", explica Iturralde.

La gran novedad

A juicio del excolegiado, la principal novedad del reglamento afecta a los jugadores que entran en el área antes de que se lance un penalti. "Cuando se saca un penalti, solo va a poder ser sancionado aquel jugador que entra al área y toca el balón o quiere jugarlo, mientras que antes tú podías entrar por el lado contrario al que iba el balón y te podían hacer repetir el penalti o pitar libre indirecto en contra. Ahora solo va a ser falta si el jugador entra al área y, o bien toca el balón, o bien lo disputa", señala.

Además, Iturralde denuncia que ya desde el primer día "se está yendo contra el espíritu de la norma que permite solo al capitán hablar con el árbitro". En el Athletic-Getafe se vio, por ejemplo, cómo Oihan Sancet se dirigió al colegiado y al instante dio un paso atrás e incluso se disculpó con él.

La función del capitán

Lo que dice la norma, según Iturralde, es que "cualquier jugador puede hablar con el árbitro". Lo que, por el contrario, se prohíbe son "los corrillos" o los momentos en que "un jugador viene desde 40 metros a protestar al árbitro". Lo que se ha cambiado es que "cuando hay una jugada dudosa, que puede generar protestas, el árbitro se la explica solo al capitán. Pero el diálogo entre jugador y árbitro va a seguir existiendo".

Además, desde ahora cada equipo tendrá su propia zona de calentamiento, junto al córner más cercano a su correspondiente banquillo, y se podrá realizar un sexto cambio en caso de que algún futbolista sufra una conmoción cerebral. Deberá existir un golpe en la cabeza para pedirlo, no será suficiente un mareo sin causa clara, y el jugador deberá retirarse del campo y después ser solicitado el cambio, con lo que este no se producirá de manera inmediata.