La historia de un fichaje fantasma entre Athletic y Las Palmas: "Nos daba como pena porque lo intentó, fue un profesional como la copa de un pino"
Jero Santana fue compañero de Ritxi Mendiguren, en la etapa del exleón en el club canario y en donde no llegó a debutar
El fichaje fantasma de Mendiguren por Las Palmas desde el punto de vista de Jero Santana
15:45
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1726232947692/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El primer recuerdo que le viene a la memoria de Javier Clemente 40 años después de ganar aquel título de Liga es “el baile con ‘Piru’ Gainza. Yo no soy bailarín, y ‘Piru’ lo era mucho menos. Sacarle a la pista a bailar fue un triunfo, casi tanto como el resultado”. Apenas habían pasado unas horas desde que se había conseguido el Campeonato. La plantilla, el cuadro técnico, la Junta directiva y los familiares lo celebraban en el hotel de concentración. Una fiesta por todo lo alto. No era para menos. El Athletic, un equipo del pueblo, tomaba el testigo del bienio mágico de la Real Sociedad y daba continuidad a una forma muy diferente de entender, no ya el fútbol, sino incluso la vida.
El fichaje fantasma de Ritxi Mendiguren
Mendiguren jugó once temporadas en el primer equipo del Athletic, 224 partidos como león, 23 goles. Debutó un 8 de febrero de 1987, a las órdenes de José Ángel Iribar. Luego llegó Howard Kendall, Javier Clemente, Txutxi Aranguren, y aquel Athletic de Jupp Heyckens, el del rombo, el de Julen guerrero, Jabo Irureta, e incluso con Dragoslav Stepanovic. Mendiguren llegó a ser internacional sub21 aunque fueron las lesiones lo que le apartó del Athletic.
Mendiguren fichó por la Union Deportiva Las Palmas, estuvo temporada y media en el equipo canario pero no llegó a debutar, cero minutos. El futbolista de Oñati superó las pruebas médicas, pero a las primeras de cambio apareció una vieja lesión de espalda: lo que, de entrada, parecía una lumbalgia se convirtió en algo crónico. Pasó exámenes en la Isla, en Bilbao y en el extranjero. Y nadie dio con la solución. Mendiguren se pasó así dos temporadas en las filas de la Unión Deportiva Las Palmas, club con el que no llegó a disputar ni un solo partido oficial, antes de colgar las botas
Mendiguren se sumó a Las Palmas en medio del caos. Pacuco Rosales, al que no se quiso renovar pese al ascenso, continuó en el cargo marcado por la desconfianza de la cúpula de la entidad y fue destituido tras las seis primeras jornadas del curso. Para sustituir al técnico grancanario, el club amarillo eligió a Ángel Cappa. El resultado fue nefasto: el preparador argentino firmó cuatro victorias en 14 partidos de Liga. Para enderezar el rumbo, la institución tiró de un hombre de la casa: Paco Castellano.
Cosas del destino, Jero Santana dejó la Union Deportiva Las Palmas para ir cedido al Sabadell y allí coincidió con el hermano de Ritxi, con Eneko Mendiguren, con el que entabló una gran amistad.