Bilbao se consolida como una de las ciudades que más recicla vidrio en el Estado y presume del contenedor más eficiente del país
Cada bilbaíno recicló 91 envases en 2024, y el contenedor de la Plaza del Ensanche recogió 75 toneladas, situando a la Villa entre las tres capitales más recicladoras de España


Bilbao ha vuelto a marcar un hito en materia de sostenibilidad. En 2024, cada ciudadano depositó 26,5 kilogramos de envases de vidrio, lo que equivale a unos 91 envases por persona. Y lo hizo en los cerca de 1.290 contenedores verdes repartidos por toda la ciudad.
Pero entre todos ellos, hay uno que brilla con luz propia: el contenedor de la Plaza del Ensanche, que ha sido el más productivo del Estado, con nada menos que 75 toneladas de vidrio recogidas a lo largo del año. ¿El secreto? Aunque no hay una explicación oficial, todo apunta a su ubicación estratégica, rodeado de zonas de bares y tardeo muy populares en Bilbao como Ledesma, Diputación o Colón de Larreátegui, donde los pintxos, los potes y la vida social se funden con la conciencia ambiental.
Resultados que hablan de compromiso colectivo
La presentación de estos datos ha corrido a cargo del concejal de Obras Públicas y Servicios, Kepa Odriozola, y del gerente de Ecovidrio en Euskadi, Óscar Acedo, quienes han coincidido en valorar muy positivamente el esfuerzo colectivo que hay detrás de estas cifras.
“Este registro mejora año a año gracias a la implicación del Ayuntamiento y, sobre todo, al compromiso de la ciudadanía bilbaina con la separación en origen”, ha destacado Odriozola, quien ha subrayado que “Bilbao avanza hacia un modelo circular donde los residuos se gestionan como recursos”.
Acedo, por su parte, ha querido poner el foco en la colaboración entre ciudadanía, hostelería y administración como pieza clave de estos logros. “Bilbao demuestra que el trabajo en equipo funciona. Ahora, el reto es mantener esta senda y seguir aplicando las ordenanzas que obligan a reciclar en origen”, ha señalado.
9.232 toneladas recicladas y beneficios ambientales notables
En total, en 2024, la ciudad de Bilbao ha reciclado 9.232 toneladas de envases de vidrio, un 1,9% más que el año anterior, a pesar de que el consumo ha descendido un 3%. Y si miramos a medio plazo, el crecimiento ha sido del 20,5% en los últimos cinco años.
Gracias a este esfuerzo:
- Se han evitado 5.354 toneladas de CO₂, el equivalente a retirar 2.500 coches de circulación durante un año.
- Se han ahorrado 6.593 MWh de energía.
- Y se han evitado 11.070 toneladas de extracción de materias primas, más de nueve veces el peso del Cristo Redentor de Brasil.
Euskadi, a la cabeza del reciclaje en el Estado
Bilbao no está sola en esta carrera verde. En Euskadi, la recogida de vidrio ha alcanzado las 62.113 toneladas. Cada vasco o vasca ha reciclado una media de 27,8 kg por persona, frente a los 19,1 kg de la media estatal. Además, los 11.314 contenedores verdes instalados en toda la comunidad permiten que cada día se depositen en ellos más de 582.000 envases. Eso son 404 botellas o frascos por minuto.
Gipuzkoa lidera el ranking vasco con 34,2 kg/hab, seguida de Bizkaia (24,8) y Álava (24,6), todos ellos por encima de la media del Estado.
Además, Ecovidrio ha recuperado 380 toneladas adicionales de vidrio en plantas de tratamiento, procedentes de residuos no separados correctamente, y ha mantenido su fuerte colaboración con la hostelería, un pilar clave para el sistema. A través del plan EcoVares, en 2024 se ha trabajado con casi 2.000 bares y restaurantes y se han lanzado 19 campañas de concienciación.
Un modelo de éxito que inspira a otras ciudades
Bilbao no solo ha mejorado sus cifras, sino que se ha convertido en referente nacional en economía circular. Gracias a la gestión directa de Ecovidrio, todo el vidrio que se recicla en Euskadi se trata y reutiliza dentro del propio territorio, cerrando así el ciclo de forma eficaz y sostenible.
Desde 1998, la organización ha demostrado que es posible combinar eficiencia y compromiso. Hoy, siete de cada diez envases de vidrio que se consumen en España se reciclan. Y Bilbao, con sus calles llenas de pintxos, botellas y buen ambiente, también ha sabido llenar de contenido su lado más verde.




