Fournier celebra su 155 aniversario con una baraja conmemorativa junto a la Escuela de Artes y Oficios

Vitoria-Gasteiz

Con más de siglo y medio de historia, Fournier, una de las marcas más reconocidas internacionalmente que ha llevado el nombre de Vitoria por todo el mundo, conmemora su 155 aniversario con una baraja única, diseñada en colaboración con la Escuela de Artes y Oficios, que también celebra su 250 aniversario este año.

Esta iniciativa conjunta busca rendir homenaje a las personas, los oficios y los valores que han marcado la evolución de ambas instituciones. Además de la presentación de la nueva baraja se ha preparado, este sábado en la plaza frente a la escuela de Artes y Oficios, un evento abierto al público que incluirá actividades lúdicas, exposiciones y espectáculos.

“Llevamos 155 años innovando y adaptándonos, pero sin perder nuestra esencia”, indicó Diego Ruiz de Gauna, responsable de marketing de Fournier, además de destacar cómo "Fournier ha sido parte de la historia cultural e industrial de Vitoria, y esta baraja es un homenaje a esa trayectoria y al papel fundamental que han tenido las mujeres, 'las naiperas' tanto en la empresa como en la escuela”.

Ruiz de Gauna también se ha referido a que “no se trata solo de celebrar 155 años, sino de entender que seguimos aquí porque hemos sabido escuchar, adaptarnos y conectar con la gente, y esta baraja es un símbolo de esa conexión”.

Una baraja diferente, con palos y figuras renovadas

El diseño de esta edición especial se aleja del formato tradicional y propone una reinterpretación simbólica de los clásicos palos españoles. En esta baraja:

• Los oros se convierten en escayolas, en homenaje al arte escultórico.
• Las copas son ahora ovillos textiles, recordando las aulas donde se formaban las mujeres trabajadoras.
• Las espadas se transforman en rodillos de impresión, herramienta esencial en el proceso gráfico de Fournier, por lo que aparece son los trabajadores de la fábrica.
• Los bastos se reinterpretan como maderas, donde aparecen representadas las mecenas culturales de diferentes épocas de Vitoria.

Las figuras —sotas, caballos y reyes— están protagonizadas por mujeres reales: profesoras pioneras de la Escuela de Artes y Oficios y naiperas que trabajaron en Fournier desde mediados del siglo XX.

“La idea fue unir dos historias que tienen mucho en común: tradición, artesanía, formación, y sobre todo mujeres”, señaló Ruiz de Gauna. “Este año, queríamos hacer algo diferente, y encontramos en la Escuela el compañero ideal para ello”.

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Un sábado de celebración, cultura y magia

La presentación de la baraja tendrá lugar este sábado en las instalaciones de la Escuela de Artes y Oficios y contará con una agenda variada, como explico Ruiz de Gauna "desde campeonato de mus, hasta exposiciones de ilustraciones originales de la nueva baraja, talleres creativos, sorteos y el broche final llegará a cargo de un mago".

“No solo fabricamos cartas, también formamos parte del imaginario colectivo. Nuestras barajas han acompañado a generaciones en mesas de juego, trucos de magia o momentos familiares. Y esta baraja quiere ser también un símbolo de eso”, destacó Ruiz de Gauna.

Un legado que se remonta al siglo XIX

La historia de Fournier comienza oficialmente en 1870, aunque una baraja fechada en 1868 y expuesta en el Museo Fournier de Naipes ha generado lo que internamente llaman la “baraja de la discordia”. Durante años, se utilizó 1870 como año de referencia, pero tras un hallazgo de la familia Fournier, coleccionistas apasionados, se consideró adelantar el origen a 1868. Más tarde, nuevos documentos oficiales confirmaron el contrato de compraventa del primer local en la plaza España en 1870, restaurando ese año como el arranque empresarial.

A lo largo de su trayectoria, Fournier ha sido pionera en la impresión gráfica, destacando por la calidad de sus materiales y el arte de sus ilustraciones. Ya en 1889, sus barajas ganaron premios en la Exposición Universal de París, compartiendo protagonismo con la recién inaugurada Torre Eiffel.

“Desde el principio, Heraclio Fournier tuvo claro que la calidad lo era todo. Fue el primero en imprimir barajas con litografía en 16 colores, y su obsesión por el detalle era absoluta. De hecho, en el museo aún se conserva su cuaderno con las instrucciones para hacer ‘la baraja perfecta’”, recordó Ruiz de Gauna.

Una empresa pionera en igualdad y modernización

Uno de los aspectos más destacados de la historia de Fournier es la incorporación temprana de mujeres al mundo laboral. Desde su traslado al barrio de San Cristóbal en 1948, la empresa fue conocida por emplear a cientos de mujeres, a quienes ofrecía además formación, libros y clases de arte.

“Fue un paso valiente y pionero. Las naiperas eran mujeres independientes, formadas y comprometidas, y eso también queremos recordarlo con esta baraja conmemorativa del 155 aniversario”, expresó Ruiz de Gauna.

En cuanto a los procesos productivos, Fournier ha pasado de la litografía a la impresión offset y ahora incorpora tecnología digital, sin perder el enfoque artesanal que caracteriza sus productos.