"Me quedé en shock": la cura de humildad a Igor González de Galdeano no se la dio Armstrong, sino su vecina de arriba
El alavés reflexiona sobre algunos de los mejores ciclistas de la historia del Tour en 'Líderes de amarillo'

HisTOURias con Igor Galdeano: el ciclismo que nos ha hecho soñar
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Vitoria-Gasteiz
El exciclista profesional Igor González de Galdeano (Vitoria, Álava 1.973) nos abre las puertas a su más reciente obra, Líderes de amarillo, un libro que lleva meses en el mercado desde su edición en Noviembre y que profundiza en la figura del liderazgo a través de las historias de ciclistas que han subido a lo más alto del podio del Tour de Francia.
En este episodio de SER Ciclista, Galdeano ha compartido las motivaciones detrás de este proyecto y sus reflexiones sobre la inmensa presión que conlleva el maillot amarillo, afirmando que "la vida no me voy a ganar escribiendo", pero reconociendo al mismo tiempo que el libro "va bien".
Nuestro invitado vistió la elástica amarilla de líder del Tour de Francia durante una semana, tras la cuarta etapa del Tour 2002, una crono por equipos de 68 kms entre Épernay y Château-Thierry y confiesa que su propia experiencia fue la chispa para indagar en las características de liderazgo necesarias para ganar la ronda gala. No se refiere solo a la fortaleza física, sino a la capacidad mental para soportar la presión social, mediática e institucional.
A pesar de estar muy preparado físicamente, se encontró psicológicamente en situaciones que le "pudieron", llegando a sentir un suspiro de alivio el día que Lance Armstrong le arrebató el liderato. Para el exciclista alavés, llevar el maillot amarillo no hace las piernas más ligeras, sino que "se hace más pesado la cabeza". Subraya que el Tour es una carrera con una presión constante, un "mastodonte" que devora.
El Tour, un "mastodonte" que devora y la evolución del ciclismo
El ciclismo ha evolucionado mucho. Galdeano, que vivió una etapa intermedia entre el ciclismo de "héroes" de antaño, con etapas interminables y medios precarios, y el actual, "tecnificado, milimétricamente medido", subraya que, aunque los paradigmas cambien, la esencia de un líder en el Tour es la misma: estar dispuesto a superar la adversidad y no venirse abajo, siempre ante la adversidad darle más fuerte.
En su libro, explora la historia personal de estos campeones, desde sus orígenes hasta las dificultades que forjaron su carácter. Un aprendizaje clave para él es que "el éxito está en el camino", y que incluso figuras controvertidas como Armstrong pueden ser entendidas a través de sus difíciles vidas. Cada ciclista ha tenido un entorno familiar, social y económico muy diferente, lo que ha influido directamente en su desarrollo.
Líderes, de la humildad a la manipulación
Miguel Indurain: El "hijo del agricultor", un líder brutal y un gran gregario que provenía de una familia con amor y principios sólidos. Induráin personifica la filosofía "win-win", ganar y dejar ganar a otros de forma humilde-, generando un agradecimiento que se manifestaba en momentos cruciales. Galdeano narra cómo Induráin, que siempre fue un gran gregario y no tenía la ambición desmedida de otros, recogió esta lealtad en el Tour del 95, cuando la ONCE lo puso contra las cuerdas y de repente cinco equipos se unieron para ayudarle en el pelotón, convencidos de que él les había "repartido el melón" muchas veces en el pasado. Galdeano lo considera "el crack" de todos y con quien viajaría en tándem. Además, destaca su humildad, y que es un hombre muy familiar.
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Lance Armstrong: Descrito como el "vaquero del oeste", su vida fue "muy difícil", marcada por una familia desestructurada y maltrato, viviendo en un entorno de calor asfixiante en Austin, Texas. Aunque superó un cáncer muy grave con metástasis y construyó una fundación millonaria que generaba más de 100 millones de dólares al año para investigar contra el cáncer, su liderazgo era manipulador. Armstrong basaba su liderazgo en el poder y el dinero para silenciar acusaciones, como cuando le dijo a Filippo Simeoni que tenía "el tiempo y el dinero" para hundirle. Galdeano narra cómo Armstrong utilizó tácticas psicológicas y físicas para intimidarle y a su equipo ONCE, incluso impidiendo su presencia en el podio porque era un equipo que le podía ganar el Tour. Es el ciclista con quien Galdeano "no montaría en tándem", a pesar de reconocer que de todo se aprende.
Perico Delgado: Un referente en comunicación y un líder con una ambición férrea que no permitía desafíos dentro del equipo. "Estudiaba y llevaba libros a las carreras, lo que le ayudó a desarrollar su don para comunicar en una época donde los ciclistas eran casi de monosílabos. Su estilo generó conflictos, como el famoso ataque a Pello Ruiz Cabestany (que también aparece en el libro) en la Vuelta del 85, dejándolo solo para sacar diferencias y la "Pericomanía" se forjó con su carácter explosivo y un estilo muy especial, como hacer creer que se quedaba para luego atacar al final de las etapas. Aunque Igor destaca que era capaz de "pensar por encima de las 180 pulsaciones" –una característica muy rara en ciclistas– .
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Delgado también fue protagonista de una dura "pelea" mediática con José María García, a quien Galdeano compara con el líder nazi Goebbels, por su uso de la "propaganda" y "bulos" para convertir una mentira en verdad. Perico peleó contra él porque le parecía injusto, a pesar de que su equipo y patrocinador sufrieron el acoso de García.
González de Galdeano cuenta también una anécdota de Induráin, que compartía habitación con Perico, y le pidió cambiar de cuarto porque no podía seguir el ritmo de comida de Perico mientras él cuidaba su peso.
Marco Pantani: Un "pequeño desastre" fuera de la bici, pero imbatible en la escalada, basando su liderazgo en su fortaleza en la montaña y delegando el resto. Cuando subía a la bici, se sentía imbatible e imparable, sin importar la adversidad. Sin embargo, no estaba preparado para la presión de ser un personaje público y se venía abajo fuera de carrera, siendo "manejable, maleable" y perdiéndose en fiestas.

Marco Pantani, en una foto de 2001 / GETTY

Marco Pantani, en una foto de 2001 / GETTY
Jacques Anquetil: Un campeón con una vida personal "polémica" y "especial", que vivía "como a él le apetecía", y que, a pesar de sus extravagancias, ganó múltiples grandes Vueltas. Su vida familiar fue un verdadero "culebrón", incluyendo su matrimonio con la esposa de su preparador y luego relaciones con la hija de esta y la esposa de su hijastro, todo mientras acumulaba victorias como cinco Tours, dos Giros y una Vuelta.

Jacques Anquetil y Raymond Poulidor en el Tour de Francia / Roger Viollet

Jacques Anquetil y Raymond Poulidor en el Tour de Francia / Roger Viollet
Alberto Contador: Un ciclista ambicioso con una inquebrantable capacidad para sobreponerse a las adversidades, incluso ante sus problemas de salud, como el ictus, adversidades familiares o problemas de dopaje. Galdeano compartió habitación con él, eres de amarillo"le aconsejó: "tienes que encontrar tu sitio en el pelotón y en el momento que lo encuentres, ese día empezarás a triunfar", un consejo que Contador siempre recuerda.
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Carlos Sastre: Ganador del Tour que, según Galdeano, tuvo un "mérito" aún mayor al tener que superar la constante subestimación de su propio equipo, que lo consideraba el tercero o cuarto ciclista a apoyar.

Carlos Sastre celebra por los Campos Elíseos su triunfo en el Tour de Francia de 2008 / JOEL SAGET/AFP/Getty Images

Carlos Sastre celebra por los Campos Elíseos su triunfo en el Tour de Francia de 2008 / JOEL SAGET/AFP/Getty Images
Óscar Pereiro: Asumió el liderazgo de forma "inesperada" al ver la oportunidad de ganar el Tour, demostrando que no siempre se es líder por naturaleza, sino por la fuerza de la situación, y lo asumió con tanta fuerza que ganó el Tour.

Sastre celebra su victoria en el Tour

Sastre celebra su victoria en el Tour
Mikel Landa: Posee un "carisma absoluto" ("Landismo"), que genera pasiones y es "desmedido y divertido". Sin embargo, a ojos de Galdeano, no siempre se ha traducido en liderazgo propio para ganar una gran vuelta, pareciendo que el rol de líder le ha "venido grande" para un gran objetivo, aunque es un cuando acompaña es un "gran gregario" y un líder también. Es fácil criticar", su personalidad es tal que "hay que quererle como es".
La dureza del Tour, la humildad y el carisma
El Tour de Francia es la carrera "más dura en cuanto a presión y tensión del ciclismo internacional", superando incluso al Giro de Italia en este aspecto, que considera más duro en recorrido. La tensión en carrera es palpable desde la salida neutralizada, en cada detalle.
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La experiencia de ser líder del Tour, (recordemos que Igor lo fue 7 días), retrasa todo el día del ciclista, desde la sala de prensa y el control antidopaje hasta los masajes y la cena, generando una "parte de soledad" en ese camino.
Galdeano relata la anécdota de haber cortado las mangas de su maillot amarillo en el Tour, lo que le valió una multa y la atención de la organización por no haber pedido otro maillot. La dureza del Tour contrasta en su opinión con el Giro de Italia, que es más "auténtico", tiene "carisma", es "más del pueblo" y permite un caos funcional, mientras que el Tour es "milimetrado".
La experiencia de ganar el Tour, como reconoce Alberto Contador, te "cambia la vida totalmente" y te hace ser "reconocido por todo el mundo". Aunque el mismo Carlos Sastre afirma con humor que su mujer le quitó "las tonterías" al mandarle pasar la aspiradora al llegar a casa.
González de Galdeano enfatiza la necesidad de mantener los pies en el suelo, recordando la anécdota de su propia vecina que, tras su segundo puesto en la Vuelta a España de 1999, le preguntó cuándo iba a "hacer algo de provecho y (ponerse a) trabajar", una experiencia que fue una "cura de humildad" que le enseñó que el éxito es pasajero.
El libro también reflexiona sobre la frase de Churchill: "El problema de nuestra época es que las personas no quieren ser útiles, sino importantes", un reflejo de la búsqueda del éxito "sin trabajárselo" que se ve amplificada por las Redes Sociales, donde la gente quiere ser importante a toda costa, sin forjarse ni formarse.
Igor no descarta una futura obra que analice otros tipos de liderazgo, incluyendo el de mujeres como Joane Somarriba, cuyo trabajo en una época "muy difícil" para el ciclismo femenino no fue "nada reconocido" ni "suficientemente valorado" a destiempo y no lo suficiente.
SER Ciclista, es el podcast de la Cadena SER sobre el mundo de la bici, con Nerea Sáenz de Lafuente.

Nerea Sáenz de Lafuente
Técnico de sonido, locutora de musicales, producción publicitaria, banco de Voces, conductora, editora...




