Aitor García, AMPA Osotu: “Sin una solución permanente, el colegio cerrará en cinco meses”

La situación del colegio Osotu, un centro educativo que atiende a más de 200 alumnos, de los cuales casi la mitad presenta necesidades educativas especiales, sigue siendo crítica. Así lo ha denunciado Aitor García, presidente del AMPA del centro. “No tenemos garantizada la continuidad del colegio. Si no llega una solución estructural, estamos abocados al cierre en cuatro o cinco meses”, ha afirmado con contundencia.

En las últimas semanas, representantes del colegio han mantenido contactos con el Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Sin embargo, según García, “todavía no se ha cumplido el acuerdo firmado en 2023, ni se ha abonado la ayuda correspondiente al ejercicio 2024-2025”. El lunes está previsto que el Consejo de Gobierno apruebe una nueva partida económica para Osotu, pero desde el AMPA consideran que será insuficiente. “El Gobierno Vasco sabe perfectamente que ese dinero es solo un parche. Sin una solución permanente, no podemos seguir”, ha advertido.

El acuerdo firmado hace más de un año contemplaba que en este segundo ejercicio Osotu recibiera “el 90% de lo que correspondería a un centro concertado”. Según García, esa cifra ronda los 900.000 euros, “un cálculo que se puede hacer al céntimo, ya que las cantidades públicas de los conciertos están disponibles”.

Desde el Gobierno Vasco se insiste en que Osotu no es un centro concertado y que, por tanto, su financiación no está garantizada por el Departamento. Sin embargo, García tilda esa postura de “irónica”: “Son ellos quienes tienen en su mano concertarnos. Hemos cumplido todas las condiciones que nos exigieron, desde regularizar el periodo de matrículas hasta organizar el Consejo Escolar. No entendemos qué más falta para formalizar el concierto”.

El colegio, gestionado por una fundación sin ánimo de lucro, destaca por su modelo educativo inclusivo. Este curso cuenta con 203 alumnos, de los cuales un 46% tiene algún tipo de necesidad educativa especial y casi un 20% presenta altas capacidades. “No somos un centro elitista. Somos familias de clase media que buscamos una educación que no encontramos en otro sitio. Es un proyecto que merece ser salvado”, ha concluido García.

El centro sigue a la espera de una respuesta clara por parte del Ejecutivo vasco que garantice su viabilidad más allá de ayudas puntuales.