“Desde Bilbao quisimos devolver la esperanza con música”: así colaboró la Orquesta Sinfónica de Bilbao tras la DANA de Valencia

Cuando se cumple un año de la DANA que devastó buena parte de la Comunidad Valenciana, el músico Joaquín Carrascosa, integrante de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), ha recordado cómo la institución bilbaína se sumó a la ola de solidaridad que llegó desde Euskadi para ayudar a los pueblos afectados.

“Desde Bilbao quisimos devolver la esperanza con música”, explica Carrascosa, natural de Buñol, localidad que sufrió graves daños durante la gota fría de 2024. La orquesta bilbaína donó instrumentos de viento, percusión y material complementario a varias agrupaciones musicales de la zona, contribuyendo a que las bandas locales pudieran retomar su actividad tras el desastre.

Un año después, la música sigue sonando en Buñol

Durante una entrevista en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia, Carrascosa ha relatado cómo vivió aquellos días de incertidumbre. “Fueron dos jornadas sin poder contactar con mi familia. Las redes de telefonía cayeron, no había electricidad y las carreteras estaban cortadas. Nadie sabía nada de nadie”, recuerda.

Buñol, situada a siete kilómetros de Chiva y rodeada de montes y barrancos, sufrió lluvias torrenciales que alcanzaron los 680 litros por metro cuadrado en apenas unas horas. “Fue una situación angustiosa; el pueblo quedó incomunicado y sin luz”, añade el músico, que viajó posteriormente a su localidad natal para comprobar los daños.

Su familia se recupera lentamente. La casa de su madre se hundió varios centímetros por la filtración del agua y recibió apoyo de la Fundación Amancio Ortega para reparar los desperfectos. “El consorcio de seguros no lo consideró daño directo de la DANA, pero gracias a esa ayuda y al trabajo de los vecinos, poco a poco todo va volviendo a su sitio”, señala.

La solidaridad vasca viajó en forma de instrumentos

Pocos días después del desastre, la Orquesta Sinfónica de Bilbao se movilizó para ayudar a las sociedades musicales valencianas que habían perdido sus sedes o su material.“Desde la BOS hicimos llegar instrumentos y accesorios a las orquestas de Paiporta y Alfafar, cuyos locales quedaron completamente arrasados”, explica Carrascosa.

Entre el material donado se incluyeron instrumentos de viento, sordinas, atriles, tambores y otros elementos de percusión. “Eran instrumentos y accesorios que aquí estaban a punto de retirarse, pero que podían seguir siendo útiles. Sabíamos que para ellos significaban volver a empezar”, añade el músico.

La iniciativa permitió que varias agrupaciones locales pudieran reanudar sus ensayos y conciertos en cuestión de semanas. “La música fue una manera de recomponer no solo las bandas, sino también el ánimo de la gente”, destaca Carrascosa.

Reconstruir desde la cultura

La Orquesta Sinfónica de Bilbao, fundada en 1922 y considerada una de las formaciones más veteranas del Estado, ha mostrado en numerosas ocasiones su compromiso social y cultural más allá de los escenarios.En esta ocasión, su ayuda fue clave para reconstruir el tejido cultural de municipios valencianos con una fuerte tradición musical.

“Después de la DANA, muchos pueblos perdieron sus locales, sus partituras y sus instrumentos. Desde Bilbao quisimos demostrar que la solidaridad no entiende de distancias. A veces, un clarinete o una trompeta pueden significar mucho más que un simple instrumento”, afirma Carrascosa.

Un año después, las bandas de Paiporta, Alfafar y Buñol vuelven a llenar sus auditorios y plazas de música. Y en cada nota, de alguna forma, resuena también el eco solidario de Bilbao.