Idoia Irazusta, hija de Rosa Zarra: "Nos gustaría que alguien nos dijera que mintieron y que la muerte de mi madre no tenía que haber ocurrido"

San Sebastián

El Ayuntamiento de San Sebastián ha colocado este sábado una placa en memoria de Rosa Zarra Marín, la primera víctima por acción policial de la Ertzaintza, fallecida el 30 de junio de 1995, ocho días después de ser alcanzada en el vientre por una pelota de goma en las inmediaciones del estadio de Anoeta.

El acto de este sábado ha consistido en un sencillo homenaje, una ofrenda floral de rosas blancas y rojas que han sido depositadas sobre la placa colocada a escasos metros donde se produjo la carga policial. Al acto han acudido, además de familiares de la víctima y allegados, representantes de todos los grupos municipales en el Ayuntamiento de San Sebastián, salvo del PP.

El alcalde, Jon Insausti, ha querido recordar la deuda pendiente que tenía la ciudad con Rosa Zarra después de tantos años. "Ponemos esta placa para profundizar en la memoria, en la justicia y en la reparación. Hay muchas víctimas que necesitan su espacio en esta ciudad". "Hay que reconocer que la muerte de Rosa Zarra ocurrió hace muchos años. Había una deuda pendiente con Rosa Zarra por parte de esta ciudad y éste es un paso de gigante que ha hecho este ayuntamiento" ha recaldado el primer edil.

Tras él ha tomado la palabra la hija mayor de la víctima. Idoia Irazusta ha subayado que hoy "es un día importante". "Ha sido agradable porque hemos sentido empatía. Esta placa une la memoria de mi madre con la memoria de la ciudad". No obstante, Irazusta ha recordado que el homenaje llega "30 años tarde, aunque lo seguimos agradeciendo". Sobre la reparación, la hija de Zarra ha insistido en que, después de la muerte de su madre, el mayor dolor fue "la mentira, el relato mentiroso que partió del Gobierno Vasco para acallarnos, para no asumir su responsabilidad. Y eso nos ha hecho un daño enorme".

"Nos gustaría para la reparación que alguien nos diga que sí, que mintieron, y que eso no tenía que haber ocurrido. Mentimos y no tenía que haber sucedido" ha recalcado Irazusta, al tiempo que ha señalado que Juan Mari Atutxa, consejero vasco de Interior cuando ocurrieron los hechos no se ha puesto en contacto con la familia para disculparse.

Acompañando a la familia de Rosa Zarra han estado familiares de otras víctimas de la violencia policial como la madre de Iñigo Cabacas o el hermano de Xuhar Pazos, que ha leído un comunicado para denunciar que son "víctimas de la violencia policial que todavía sigue ejerciendo, ha dicho, la Ertzaintza". Ha pedido llevar ante la justicia a quienes cometen estos actos violentos y que se ofrezcan garantías reales de que no volverán a ocurrir.

El pasado mes de octubre, la comisión de valoración para el reconocimiento y reparación de las víctimas de vulneraciones de derechos humanos reconoció a Rosa Zarra como víctima policial.

Con este homenaje, el consistorio donostiarra suma 37 placas en el marco de la iniciativa municipal puesta en marcha hace dos legislaturas para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y de la violencia de motivación política: 36 placas han sido en recuerdo de 29 víctimas de ETA, 3 de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, una del DRIL, una del Batallón Vasco Español y dos por acción policial.

Rosa Zarra Marín era vecina de Amara Berri, madre de seis hijos y tenía 58 años cuando ocurrieron los hechos. El 22 de junio de 1995, durante una movilización cerca del estadio de Anoeta, fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza, falleciendo ocho días después, el 30 de junio, en el hospital.