Manolo Flores: medio siglo de triunfos en el basket español
41 años después de ganar la Copa del Rey con el Barcelona en Badajoz, vivió el título de campeón del infantil azulgrana
Badajoz
41 años y 7 días después de levantar la Copa del Rey en Badajoz como campeón con el FC Barcelona de baloncesto, Manuel Flores Sánchez (Mérida, 23 de julio de 1951) vivió de nuevo desde dentro del club azulgrana cómo el Barça conquistaba el Campeonato de España, en este caso en categoría infantil pero ante el mismo rival, el Real Madrid.
Del 110-108 en el pabellón Entrepuentes en 1982 -aún sin que nadie pintara la línea de 6,25 metros- al 79-59 en el pabellón de La Granadilla en 2023, con diez "triplazos" de las futuras figuras barcelonistas. Cuatro décadas después, el técnico Oriol Barrera es el "nuevo" Antoni Serra y los míticos Flores, Epi, Solozábal, Sibilio, De la Cruz, Ansa, Creus... ahora se llaman Eric Montaner, Roger Villarejo, Oriol Filbá, Marc y Oriol Juliá, Pau Cruz, Roger Torrás, Jan Cerdán, Adriá Rosell, Marc Muñoz y Biel Pérez, junto a dos grandes jugadores que no pudieron estar en la final y a los que sus compañeros dedicaron la victoria, el espectacular triplista Hugo Tamayo y el pívot turco de 2,09 metros, Emir Karabulut, llevando sus números 34 y 16 respectivamente pintados en los hombros y con un cartel en la celebración.
Manolo Flores vivió una semana especial en su tierra con un final muy feliz. Nació en Mérida, su familia emigró a Catalunya por motivos laborales y tras jugar como portero de fútbol en el barrio de Almeda, en Cornellá, el más alto del colegio acabó jugando al baloncesto en el Hospitalet, recorriendo cada noche seis kilómetros para regresar a su casa. Y triunfó en el Barça en el que es parte de su escudo, con una huella no sólo en la pista sino fuera de ella por su enorme corazón. Esa unión para siempre con el club blaugrana se inició en 1970. Jugó 14 temporadas en el primer equipo, con dos títulos de liga y seis de Copa del Rey.
En octubre se cumplirán 50 años del primer éxito de la historia del baloncesto español en el que Manolo Flores fue una parte muy importante: la medalla de plata en el Eurobasket de Barcelona en 1973. Allí el escolta extremeño compartió una gran selección española con Santillana, Buscató, Enrique Margall, Luyk, Brabender, Ramos, Rullán, Estrada, Cabrera y los hermanos Sagi-Vela. Y siete años después, Flores obtuvo el diploma en los Juegos Olímpicos de Moscú 80 con un cuarto puesto junto a Corbalán, Margall, Epi, Solozábal, Sibilio, Romay... Fue 129 veces internacional (72-81).
La leyenda extremeña logró los dos primeros éxitos de la historia del baloncesto español: plata en el Eurobasket 73 y diploma en los Juegos Olímpicos de Moscú 80. Además, 14 grandes temporadas como jugador del Barça y el mejor entrenador del Cáceres CB situándolo entre los cinco primeros de ACB, semifinalista en la Korac y subcampeón de la Copa del Rey
En un momento, a esta gran leyenda del basket español pasaron de calificarla de "veterano jugador" a "joven entrenador". En la temporada que cambió la pista por el banquillo del Barça, ganó la Recopa y el mundial de clubes (84-85) y posteriormente ascendió con el Cornellá a la ACB sin poder subir al ser el filial del Barcelona.
Y a esta historia le faltaba de nuevo la pincelada extremeña que llegó de la mano del Cáceres CB de la ACB siendo el mejor entrenador que ha tenido. Flores llevó al equipo a estar entre los cinco mejores de la ACB, semifinalista de la Copa Korac a nivel europeo y subcampeón de la Copa del Rey en León ante el Joventut de Badalona. "Fue una de las mejores etapas de mi vida, guardo recuerdos y amistades", expone en el libro MEDNÍFICOS.