Dos arpistas de lujo con un gran futuro

Badajoz

Nada mejor que elegir el 25º aniversario del certamen Arpa Plus, "El Certamen", con mayúsculas, como ellas señalan, celebrado en Zaragoza durante los días 23, 24 y 25 de febrero y que reúne anualmente a estudiantes de Enseñanzas Profesionales de Arpa de todo el territorio nacional, para traerse dos premios de prestigio. Ambas, Candela García Álvarez, y Alba Risueño Moríñigo, son pacense, alumnas de Reyes Gómez, en el Conservatorio Profesional de Música ‘Juan Vázquez’. Candela se alzaba con el primer premio en su categoría (6º curso) y el premio especial ‘Víctor Salvi’ con la interpretación de las piezas ‘Milonga para amar’, de Alfredo Rolando, y ‘Étude de concert’ de Félix Godefroid. Alba se alzó con un accésit en su categoría (5º curso) con la interpretación de ‘Mazurka, Op. 31’ de Alphonse Hasselmans, y ‘Duke’ de Bernard Andrés.

Candela García Álvarez es integrante del proyecto ‘Afinando’, de la Orquesta Juvenil de Extremadura, dirigido por Gustavo Castro, así como de la Joven Orquesta Sinfónica de Sevilla, dirigida por Michael Thomas. Por su parte, Alba Risueño Moriñigo combina sus estudios de arpa con la Escuela de Ballet ‘Zaida Ortiz’. Candela tiene claro su futuro, nos contaba en Hoy por Hoy Badajoz, continuar con los estudios superiores de este complejo instrumento. Alba aún no lo tiene tan claro.

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Al concurso Arpa Plus se han presentado este año un centenar de participantes. Candela regresaba al mismo después de no poder participar por circunstancias personales. También Alba llevaba un tiempo sin ir al concurso. "Estuve un poco nerviosa, pero me salió bien, porque me meto como en una burbuja y al final me salió bien, me concentré y al acabar dije -me ha salido guay, estoy contenta-, pero no me esperaba ganar el premio de mi categoría y mucho menos el premio especial Victor Salvi. para nosotros es como la excursión del curso y lo pasamos muy bien." Alba dice que "también estaba nerviosa, pero al final salí contenta, aunque creo que lo había hecho mejor en algunos ensayos previos, pero contenta con el resultado".

Predestinadas

A Candela (17 años) sus padres le dejaron hace una década en casa de una amiga. Un día, que por cuestiones laborales dejas a tu hija en casa de una amiga y te encuentras que con 7 añitos se ha enamorado...del arpa. Su amiga tocaba la viola en el conservatorio y coincidió que ese día era el día del centro, y allí se fueron. La pequeña Candela recuerda que "había comida, había conciertos, y allí vi un arpa por primera vez, y me enamoré. Yo vi eso y me encantó, y además había una exposición de arpas en el conservatorio, y había un arpa rosa, pequeñita, que me encantó también. Y hasta hoy, porque desde ese día le día la tabarra a mis padres para que me apuntaran al año siguiente...y aquí estoy. No sé, el destino". Y Alba (15 años) se encontró con la música de arpa en un concierto donde acompañaba a su mamá, artista también (Ana Moríñigo), donde les acompañaba una arpista y "así conocí el sonido del arpa y me encantó, y me apunté con siete años también al conservatorio y elegí este instrumento"

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Su profesora en el Conservatorio Juan Vázquez, Reyes Gómez, nos cuenta que este año tiene 11 alumnos. "Es verdad que el arpa es un instrumento muy desconocido. Y eso que la evolución del arpa se remonta al arco de caza. Hace poco estuvimos en Sevilla de excursión con el conservatorio y en un museo de instrumentos africanos vimos que tiene allí el arco de caza al que se levan añadiendo cuerdas, resonadoras, y acaban convirtiéndose en arpas. Y los egipcios tenían arpas 5.000 años antes de Cristo" ¿ha cambiado mucho el instrumento?. "Mucho, la mayor evolución es que tiene pedales (el que tocan en el estudio tiene siete pedales). Los primeros años son muy complicados. No cuesta sacar un sonido bonito, que es rápido, pero los primeros años son complicados, porque tienes que coordinar muchas notas a la vez, leemos en dos claves diferentes, como el piano,...todo eso lo complica. Ellas empiezan con el arpa celta, que es un poco más pequeñas que esta, que mide casi dos metros de alto. Al principio es muy complejo coordinar todo".

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Ambas no estudian en casa porque no tienen arpa, y van al Conservatorio Juan Vázquez casi todas las tardes, unas cuantas horas. Su profesora asegura que las dos hacen maravillas con las horas que tienen. Deben compatibilizar con los estudios y otras actividades.

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Candela se irá fuera de la región porque en Extremadura el único conservatorio que tiene especialidad de arpa en grado medio es el Juan Vázquez de Badajoz, y en el conservatorio Superior no hay especialidad de este instrumento. Alba dice que es una de sus opciones pero todavía no tiene claro si se dedicará profesionalmente al arpa. A la hora de interpretar Candela se queda con el Romanticismo "Porque me gusta las canciones tristes, potentes...hay cosas que no me gustan, por ejemplo el Barroco no me gusta, pero tengo que ir cogiéndole cariño porque habrá que tocar de todo..." A Alba le gusta "sobre todo e escuchar también el Romanticismo pero, por ejemplo tengo un autor Bernard Andrés que me gusta mucho y por eso toqué una obra suya en el concurso".