El foro de la España Despoblada viajó hasta Herrera del Duque, pueblo de Badajoz, en la comarca de la Siberia Extremeña. Desde allí, hemos conocido ponencias y exposiciones de la realidad de la España rural en estos municipios que pasan de lleno por la falta de financiación por parte de las administraciones y la salida de los jóvenes hacia las grandes ciudades. Es por ello que se han repasado también las buenas prácticas y todo el trabajo que se está llevando a cabo por parte de multitud de asociaciones y buenas iniciativas para salvaguardar una zona que es Reserva Natural de la Biosfera. La sostenibilidad, la gastronomía propia y el cuidado del medioambiente son tres de los ejes principales de esta zona que hemos ido conociendo a lo largo de la mañana gracias al compromiso de la Cadena SER en la lucha contra la despoblación. La España Despoblada se desarrolla gracias a la colaboración de Feníe Energía. Localizada al extremo noreste de la provincia de Badajoz y limitada por las provincias de Cáceres, Toledo y Ciudad Real, la comarca de La Siberia se extiende por un paisaje de serranías locales y grandes masas de agua embalsada, que aprovecha el caudal de los ríos Guadiana y Zújar y que almacenan su agua en los embalses de Cijara, Orellana, García Sola y La Serena. Estos embalses han convertido a esta comarca en la zona con más kilómetros de costa dulce interior de Extremadura y España. La comarca de la Siberia está integrada por los municipios de Baterno, Esparragosa de Lares, Garbayuela, Garlitos, Puebla de Alcocer, Risco, Sancti-Spiritus, Siruela, Talarrubias, Casas de Don Pedro Tamurejo, Castilblanco, Fuenlabrada de los Montes, Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Peloche, Valdecaballeros y Villarta de los Montes. El maestro de ceremonias que nos invitó a adentrarnos en la realidad que viven en esta zona fue el alcalde de Herrera del Duque, Saturnino Alcázar. Señaló que era necesario crear «un nuevo sistema productivo, impulsado por la colaboración entre todas las administraciones» y se congratuló públicamente de dejar de ser un territorio «invisibilizado» gracias a la declaración de este lugar como «Reserva Natural de la Biosfera». Esta nueva concepción de un espacio rural como este provoca que el foco de atención se multiplique y que Europa pueda aportar más financiación. Sobre ello trató la primera de las cuatro mesas redondas del foro, acerca del papel de Europa en la Siberia Extremeña. Para «El impacto de Europa en el municipalismo», participaron el alcalde Saturnino Alcázar Vaquerizo; Rosa María Araújo Cabello, alcaldesa de Tamurejo y presidenta CEDER La Siberia; José Manuel Romero Moreno. alcalde de Garbayuela y presidente Mancomunidad Siberia y Antonio Miguel Sánchez, alcalde de Villarta de los Montes y presidente Mancomunidad Cìjara. La segunda de las mesas trató sobre la ventana al mundo que supone la Siberia Extremeña. Es un falso tópico el que se refiere a la falta de servicios y oportunidades en el medio rural. Muchas zonas como esta son capaces de ofrecer un amplio espectro de nuevas oportunidades. Gonzalo Romero Barba, gerente CEDER La Siberia; Lourdes Montero Pérez, vicepresidenta de Redex (Red Extremeña de Desarrollo Rural) y Susana Bertomeu Ceferino, coordinadora Proyectos Reserva de la Biosfera de La Siberia formaron parte de esta exposición. Las historias más inspiradoras de este foro llegaron en la tercera mesa cuando se trató la innovación y el desarrollo en el medio rural. Rocío Andreu y Carmen Benítez fueron las protagonistas, que a través de sus historias, despertaron los aplausos de los presentes. ¿La razón? Su apuesta por lo rural, sus ganas de emprendimientos y su amor por la tierra que las vieron nacer. Andreu es psicóloga y a través de su carácter emprendedor fue capaz de desarrollar las primeras iniciativas deportivas y de salud mental en la zona. Por ello, creó sesiones de distintas disciplinas como psicología, fisioterapia, nutrición o incluso sexología. Advierte que «llegaban a escondidas en los primeros años» y que ahora no tardan en decir que están con «Rocío, la psicóloga». Esta personalización es una de las características principales que aporta el medio rural. Sobre ello ha profundizado Carmen Benítez, impulsora de unamihina.com. Ella tuvo que salir como muchos jóvenes, porque «a pesar de que mis padres siempre me han hecho valorar este entorno rural», «tuve que comprobarlo fuera como hacemos todos». Benítez acabó en Cataluña y llegó la pandemia. Fue encerrada en una casa de unos pocos metros cuadrados cuando se percató que no era feliz. Ella se preguntó por qué un trabajo le ha hecho renunciar al entorno que más feliz le hace. «Como diría Joaquín Sabina, peces de ciudad. Nosotros somos peces de río y casi de pantano. Es el entorno en el que más a gusto nos sentimos y durante la pandemia fue cuando me di cuenta, metida en la rueda, y me preguntaba por qué renunciamos a estar a gusto por culpa de un trabajo. En la ciudad vives en el anonimato y la cercanía con la gente la tienes cuando llegas a esta zona», aseguró en voz alta antes de referirse a este territorio como una «incubadora de emprendimiento».