La Guardia Civil pone en marcha la campaña contra el robo de aceitunas en Extremadura

Badajoz

La Guardia Civil tiene en marcha el Plan de actuación contra la sustracción de aceitunas durante la campaña 2025-2026, que se encuentra en marcha desde finales de septiembre. Los primeros datos apuntan a un descenso del 5 % en el número de denuncias por robo de aceitunas respecto al mismo periodo del año pasado, lo que confirma la tendencia a la baja observada en las últimas campañas y la eficacia del nuevo Decreto 71/2025 de trazabilidad aprobado por la Junta de Extremadura.

El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana explicaba que la principal novedad de este año reside precisamente en la aplicación del decreto, cuyo objetivo es garantizar el control del origen y destino de la aceituna a lo largo de todo el proceso de recogida y comercialización. “Nuestra misión, como Guardia Civil, es comprobar, inspeccionar y verificar el cumplimiento de la trazabilidad de este producto”, señalaba Quintana.

Según los datos analizados, durante la campaña 2023-2024 se registraron 199 denuncias por hurto de aceitunas, con un total de 297.050 kilos sustraídos. En la siguiente campaña, 2024-2025, las cifras bajaron hasta 138 denuncias y 213.044 kilos, lo que representa un descenso notable tanto en número de casos como en volumen de producto robado. Este año, el balance provisional muestra una reducción adicional del 5 % en comparación con el ejercicio anterior.

Uno de los cambios más significativos introducidos por el Decreto 71/2025 ha sido la regulación de los puestos de compra y venta de aceituna. Este control, considerado clave para frenar la receptación del fruto robado, ha reducido de forma drástica el número de establecimientos autorizados.“En la zona de Tierra de Barros había 134 puestos autorizados el año pasado; con la nueva normativa, solo hay 44. Incluso uno de ellos ha perdido la autorización por incumplimiento”, informó el delegado.

Esta medida, añadieron los responsables del operativo, pretende cerrar el circuito por el que circulaba aceituna de procedencia ilícita. La Guardia Civil subraya que el robo solo es posible cuando existe alguien dispuesto a comprar el producto sustraído, por lo que la regulación de los puestos constituye “una herramienta esencial para cortar la cadena de receptación”.

El dispositivo especial de seguridad comenzó el pasado 24 de septiembre y se mantendrá, previsiblemente, hasta finales de febrero de 2026, coincidiendo con el final de la campaña. No obstante, las autoridades no descartan ampliarlo si las circunstancias lo requieren. El despliegue abarca toda la comunidad autónoma, aunque los efectivos se irán desplazando en función del calendario de recolección de cada comarca.

José Manuel Santiago General Jefe de la Guardia Civil en Extremadura destacaba que el objetivo principal de la Guardia Civil es “garantizar la seguridad y la protección del sector olivarero”. Para ello, se han activado todos los recursos disponibles: desde las unidades especializadas de los equipos ROCA y RACE, hasta los agentes del SEPRONA, encargados de velar por el cumplimiento de la normativa medioambiental.

Asimismo, se ha reforzado el dispositivo con los agentes del programa Pegaso, especializados en la utilización de drones para vigilancia aérea, y con efectivos del Escuadrón de Caballería, desplazados desde los servicios centrales de la Guardia Civil. También participa el Servicio Aéreo, encargado de patrullar desde el aire las zonas olivareras más extensas y de difícil acceso.

Dada la cercanía geográfica con Portugal, el dispositivo de seguridad incluye también la cooperación con las autoridades lusas. Por primera vez, el Escuadrón de Caballería de la Guardia Nacional Republicana (GNR) colabora de manera directa en las labores de vigilancia transfronteriza. “Compartimos información constantemente a través del Centro de Coordinación Policial y Aduanera. La coordinación con nuestros vecinos portugueses es fundamental para evitar que la aceituna robada cruce la frontera”, explicó Santiago.

El operativo se desarrolla además en estrecha colaboración con la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura, que supervisa la correcta aplicación del decreto, y con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, encargada de garantizar los derechos de los trabajadores temporeros que participan en la recogida.

Aunque la nueva normativa contempla sanciones para quienes incumplan las obligaciones de trazabilidad, la Guardia Civil insiste en que su principal labor será informar y concienciar al sector. “Queremos llevar tranquilidad a los agricultores, explicarles las ventajas del decreto y fomentar su cumplimiento voluntario. No obstante, las infracciones manifiestas no podrán pasarse por alto”, advirtió el general.

La Guardia Civil ha hecho un llamamiento al conjunto del sector y a la ciudadanía para que colaboren activamente con las fuerzas de seguridad. “Es fundamental que los agricultores denuncien de inmediato cualquier robo o indicio de delito. Una comunicación temprana permite poner en marcha el mecanismo de investigación con rapidez”, destacaban desde la Guardia Civil.