Los policías filipinos acusados del asesinato de Diego Bello se entregan a las autoridades
La familia de Diego Bello considera que la entrega de los policías filipinos acusados de su asesinato es un paso muy importante de cara a la apertura de juicio oral
Francisco Lafuente, tío de Diego Bello
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A Coruña
Los policías filipinos acusados del asesinato del coruñés Diego Bello se han entregado a las autoridades del país "después de haber estado casi un año huidos de la Justicia", indican en un comunicado desde la plataforma constituida tras la muerte del joven, abatido a tiros en enero de 2020. Ha sido el embajador de Filipinas en España, Philippe J. Lhuillier, quien se lo ha informado.
La familia de Diego Bello considera que la entrega de los policías filipinos acusados de su asesinato es un paso muy importante de cara a la apertura de juicio oral. El tío del joven coruñés asesinado y portavoz de la familia, Francisco Lafuente, está convencido de que esto ha sido posible gracias a la presión familiar, institucional, mediática y, por supuesto, de los amigos de Diego.
Los tres policías, sobre los que pesaba una orden judicial de arresto y prisión sin fianza, se han entregado en dependencias policiales de Manila.
La orden de búsqueda y captura había sido cursada el 25 de marzo del pasado año y hasta el pasado día 6 de febrero los ahora detenidos habían permanecido huidos de la justicia. De acuerdo con la información facilitada a la familia, los agentes se entregaron voluntariamente al grupo de Investigación Criminal de la Policía Nacional Filipina.
Las autoridades judiciales ha decretado, además el traslado del expediente desde la isla de Siargao, donde ocurrieron los hechos, a Manila, alegando mayores medios para llevar a cabo el caso y evitar retrasos por cuestiones climatológicas y de falta de recursos.
Desde la plataforma explican también que el juzgado encargado del caso ha ordenado la entrada en prisión sin fianza de los tres policías, Vicente Panuelos, Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda, "dada la gravedad de las pruebas acusatorias que obran en poder de la fiscalía, que los acusa de haber asesinado a Diego y de haber preparado pruebas falsas para acusarlo de narcotráfico".
Además, el juez encargado del caso ha ordenado la celebración de una vista por videoconferencia con las partes para el próximo día uno de marzo.
Filipinas promete un juicio justo
El ministro filipino de Justicia, Jesus Remulla, prometió un "juicio justo" a los tres policías sospechosos de matar al coruñés Diego Bello y ha admitido la "trascendencia internacional" que ha adquirido el caso.
En un comunicado, Remula indicó que los tres acusados se rindieron de manera conjunta y voluntaria el pasado día 9 en la sede del poder Judicial, en Manila.
Remulla, reza el comunicado fechado el lunes, informó a los acusados de la relevancia internacional que el caso ha despertado y les aseguró un juicio "basado puramente en evidencias".
La primera audiencia del juicio se celebrará el 1 de marzo de manera telemática.
El juzgado de Manila encargado del caso ha ordenado la entrada en prisión sin fianza de los tres policías, dada la gravedad de las pruebas acusatorias que obran en poder de la fiscalía.
Diego Bello, un coruñés de 32 años que jugó en las categorías inferiores del Deportivo, murió acribillado el 8 de enero de 2020 en la turística isla de Siargao, donde regentaba un hostal, una tienda de ropa y una discoteca.
Los agentes acusaban al español de ser un "narcotraficante de alto valor", y alegaron que diseñaron una operación para detener a Bello que acabó con un tiroteo después de que el coruñés supuestamente se resistiera y disparara contra los oficiales.
Pero un informe acusatorio de la Oficina Nacional de Inteligencia (NBI, en inglés) tumbó todos los argumentos de los policías, que fueron formalmente acusados de asesinato por un tribunal filipino el 25 de marzo del año pasado.
Sin embargo, Panuelos, Pazos y Esmeralda no se personaron en la vista de lectura de cargos ni en otra posterior programada en mayo, lo que impulsó una orden de búsqueda y captura contra ellos.