Sargadelos tendrá que cumplir los plazos para las reformas y no hay más sanciones por cierre patronal

Lugo

Los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y CIG han asistido esta mañana a la reunion que habían solicitado con Inspección de Trabajo. El objetivo del encuentro era aclarar la forma en la que se van a abordar las intervenciones necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores, que es lo que más preocupa ahora mismo a la plantilla.

Desde Inspección lo que se ha trasladado es la intención de mantener los plazos que se indicaban en el expediente sancionador que fue el detonante del conflicto, y de vigilar que se cumplan. A finales de verano se espera que se puedan realizar las que requieren menos burocracia, pero otras como la instalación de un sistema de extracción, que puede afectar a la fachada, tendrán un plazo más flexible.

Las obras que requieren permisos de Patrimonio, al ser tener la fábrica la consideración de BIC (Bien de Interés Cultural). En estos casos, los plazos empezarán a contar una vez se hayan concedido las autorizaciones necesarias.

"Lo que nos han trasladado es que estarán vigilantes con respecto a esas 36 famosas reformas para hacer seguro el espacio de trabajo", explica el delegado de la CIG en materia de Industria en A Mariña, José Antonio Zan. Esta es la principal preocupación a esta hora de los trabajadores, aunque la incertidumbre de que pueda repetirse un episodio similar también contribuye a mantener la sensación de inseguridad de los empleados.

A este respecto, desde la CIG-Industria en A Mariña, Xorxe Caldeiro echa en falta más contundencia por parte de las administraciones. "Habrá que esperar a final de mes y ver si se pagan las nómicas en tiempo y forma, pero si no hay más problemas el expediente por cierre patronal seguramente se cerrará sin más consecuencias", señala.

Echa en falta más contundencia por parte de las administraciones en respuesta a la actitud "irregular e ilegal" del empresario, y también más transparencia. Cree que "el oscurantismo" de las ultimas semanas con respecto a los acuerdos entre la Xunta y el propietario, Segismundo García, solo contribuyeron a "aumentar el malestar y la inseguridad de los trabajadores".