¿Y si se acaba el agua del grifo? Estos son los básicos de los vecinos de Viveiro tras cuatro días sin ella

Lugo

Un gesto tan cotidiano como abrir el grifo y tomarse un vaso de agua ha pasado, de un momento a otro, a ser un despista en lugar de una rutina en Viveiro. Tras un vertido de más de un millón de litros de purín al río Landro, el gobierno municipal mantiene las restricciones, así que el agua no puede usarse ni para la ingesta, ni para cocinar, ni para determinadas cuestiones de higiene personal como lavarse los dientes.

Las dos cisternas instaladas en distintos puntos del municipio surten a los vecinos, que van y vienen cargados con garrafas para poder cocinar o beber. Los que tienen cerca de casa una fuente, la valoran más que nunca.

"Lo vivimos con mucha incomodidad, recurrimos sobre todo a garrafas de agua mineral que compramos, o que rellenamos en los camiones cisterna o, el que tiene una cerca, en las fuentes", comenta un vecino. Cuenta que abre "el grifo por ejemplo para enjuagarnos la boca después de lavar los dientes sin darnos cuenta, porque es lo normal, a pesar de que tenemos el vaso con agua mineral en la pileta".

Alguno incluso reconoce que se ha "bebido algún vaso del grifo por despiste". Sí se puede usar para ducharse, aunque "da un poco de repelús".

En los bares, los cafés se preparan con agua mineral y más complicado es gestionar los cocinados de las tapas y en los restaurantes. Hay que usar agua mineral "hasta para lavar los alimentos", comenta detrás de la barra una hostelera, y "eso dificulta bastante el trabajo diario", porque "es un enredo".

Desde el Concello se ha surtido con botellas de agua mineral a los centros educativos, sobre todo para que puedan prestar el servicio de comedor con garantías. Desde el CEIP Lois Tobío, su director cuenta que "el domingo la cocinera se desplazó hasta los camiones cisternas con garrafas de agua para surtirse de una reserva para poder preparar las comidas".

"Los niños son conscientes de que no pueden beber del grifo y vienen con sus propias botellas reutilizables de casa", añade. Cuando se terminan, "los profesores se las rellenan con las garrafas que tienen en el aula".

A problemas, soluciones

Uno de los lugares donde más complicada se está haciendo la actividad diaria son las clínicas dentales. Algunas tienen instalados sistemas propios de filtración de agua y pueden realizar las intervenciones con normalidad, sin embargo no en todos los casos es así. Una auxiliar explica que tiran de garrafas de agua mineral y con jeringuillas van administrando agua según requiera cada procedimiento.

Se espera, en todo caso, que estas complicaciones desaparezcan pronto, porque los últimos análisis reflejan ya una buena calidad del agua, apta para el consumo humano. El Concello espera únicamente por la confirmación de las consellería de Sanidade, para garantizar que no hay riesgo alguno para los vecinos.