Medio siglo después, el Gobierno anula la condena a muerte de Humberto Baena

Son casi 50 los años de esta lucha incansable. Pero por fin, el Gobierno del Estado ha declarado la ilegalidad del juicio que condenó a muerte a Xosé Humberto Baena, uno de los últimos fusilados del franquismo.

Este reconocimiento llega, con Flor Baena como destinataria, en modo de carta certificada. Ella lo describe, en una entrevista al Hoy por Hoy de Radio Vigo de este lunes, como "un momento agridulce, una mezcla de alegría y tristeza por la justicia tardía".

"Alegría porque por fin se reconoce la injusticia que cometieron con él, y por otra parte, tristeza de que, claro, los 50 años de su vida no se los va a devolver nadie". Baena recuerda a sus padres, quienes iniciaron esta batalla legal en 1975, y que fallecieron sin ver este día.

Una vida entera dedicada a buscar justicia

Recuerda Flor que la batalla legal de la familia Baena comenzó dos meses después del fusilamiento de Xosé Humberto. Fue su padre quien se presentó ante el Tribunal Militar de Madrid con pruebas que demostraban la inocencia de su hijo.

Sin embargo, su petición fue desestimada y la documentación relacionada con la defensa de la inocencia de Baena, destruida en un misterioso incendio en su hogar poco después. La lucha continuó, relata Flor, con el apoyo de Doris Benegas, abogada que representó durante toda su vida a la familia Baena. De su mano recorrieron numerosas instituciones internacionales: el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Derechos Humanos en La Haya y la ONU, recibiendo siempre la misma respuesta: "España no había firmado los tratados correspondientes en la época".

La memoria antifranquista, una lucha de futuro

Ahora, con este certificado que declara ilegal tanto la condena como la sanción, Flor considera que se da un primer paso, con el que se le entrega un "papel en el que reconocen que su muerte fue injusta".

Más allá de esta primera victoria legal, el objetivo de Flor Baena es claro: evitar que la historia de su hermano, pero también la de quienes padecieron en sus carnes los últimos años de la represión y la dictadura, se blanqueen y se olviden. "Yo veo que los chicos jóvenes no tienen ni idea de esto que ha pasado en España", explica con preocupación.

Arrojar luz sobre la oscuridad

Con la esperanza de que los libros de texto escolares incorporen estos hechos y arrojen luz sobre la represión franquista, Flor quiere que los jóvenes sean conscientes del pasado y que, si alguien anhela el regreso de esa época, lo haga "sabiendo lo que representa".

Para Flor Baena, la justicia ha llegado, aunque tarde, y con ella la oportunidad de honrar la memoria de su hermano y de tantos otros que sufrieron la represión, asegurando que su historia, su vida, no se borre de la memoria colectiva.